Reconcíliate con la comida

Casi todos sabemos qué comer, qué nutre nuestro cuerpo, lo que nos baja de peso, nos hace sentir mejor y muy pocos lo aplicamos.

¿La razón? Olvidamos alimentar conscientemente nuestro organismo; nos dejamos llevar por la satisfacción inmediata que nos genera la comida procesada (todo lo empaquetado, enlatado, etiquetado) y por supuesto, lo que contenga azúcar.

¡Te decimos por qué!

• Con la agricultura e industrialización, se dejó el hábito de cocinar, para darle la “bienvenida” a los alimentos procesados. En menos de 5 minutos tienes en tu mesa platillos como: costillas, pollo, alitas, hamburguesas o vegetales congelados, que “parecen” resolvernos la vida.
• La historia demuestra que son una bomba de tiempo para el planeta y la humanidad; alteran el medio ambiente y a las personas por la inmensa cantidad de herbicidas, pesticidadas y químicos.
• Esto queda evidenciado por Daniel E. Lieberman, maestro de la Universidad de Harvard y autor del libro que nos abre los ojos sobre por qué poseemos el cuerpo que tenemos: The story of de human body…
• Lieberman muestra cómo la revolución agrícola e industrial impactan en nuestro físico: complexión, estatura, huesos, dientes, abdomen, piernas, y nos devela una realidad: vivimos más, pero con más enfermedades que en toda la historia, lo que nos hace seres des-evolutivos.

Efectos de esta des-evolución es la cantidad de azúcares y conservadores que tienen la mayoría de los productos; están diseñados para generar ansiedad-adicción en tu cerebro; alteran los niveles de serotonina (hormona de la felicidad) y cortisol (hormona del estrés), más tarde derivan en un sobrepeso y en un sin fin de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y neurodegenerativas.

Elige bien

Para Rocío Adame, Health Coach Holística por el Institute For Nutrition School (INN) comer bien y estar en armonía con nuestro cuerpo y medio ambiente sí es posible; no es sinónimo de gastar más, sino de invertir en salud y bienestar.

“Es más fácil que consumamos productos naturales que comer cosas que no le sirven al cuerpo y luego gastemos dinero en medicinas que intoxican el organismo”. ¿Por dónde empezamos?

• La forma de tener una nutrición consciente y sustentable, que se refleje en tener salud y un peso adecuado a tus necesidades individuales, consiste en la auto-observación, elegir mejor los productos que compras y dónde los adquieres.
• Volver a ir a los mercados o locales por alimentos frescos y evitar aquellos que venden en tiendas de autoservicio, que pueden tener semanas o meses en refrigeración. Además, se trata de revivir la experiencia de cocinar y reconectarte contigo mismo y tu medio ambiente.
• Ingerir vegetales y frutas libres de hormonas; si crees que las frutas que son enormes y brillan son las mejores, te tengo noticias, son las más letales: están llenas de químicos que dañan tu hígado y riñones.

Además de ser consciente sobre cada alimento que te llevas a la boca, trabaja en el área más importante y lo que define The Institute For Nutrition School (INN) como “primary food”:  sanar tus relaciones emocionales.

A través de la auto-observación puedes darte cuenta de aquellas creencias, apegos y/o experiencias, que te hacen elegir lo que comes solo para suplir una carencia afectiva, la cual generalmente se caracteriza por una adicción a los dulces chocolates, panes, galletas y comida grasosa.

La alimentación consciente radica en hacer un detox emocional de las falsas creencias, miedos, culpas e inseguridades que originan que la gente consuma en demasía alimentos con poco valor nutricional. Recuerda: “Las emociones, son eso emociones”, no definen tu destino, tú sí…