Cuando piensas en vacaciones seguro se te vienen a la mente un avión, maletas, calor de la playa o un idioma diferente, lo que menos se te ocurre es quedarte en donde vives y hasta desayunar en tu casa...
Pero sea por la situación económica, porque no puedes viajar o hasta porque quieres ayudar a reactivar la economía de tu ciudad, una staycation puede ser una excelente opción. El chiste no es quedarte echado en la cama viendo tele y comiendo papitas de la bolsa. Tampoco se trata de usar tus días para limpiar la casa o hacer trámites. Acuérdate, SON VACACIONES. Esta guía te va a servir.
Necesitas un plan
Lo primero que tienes que hacer es un presupuesto tal como lo harías en un viaje normal, lo bueno es que puedes asignar un extra a restaurantes o comprar con lo que te vas a ahorrar en traslados. Después, haz una lista de las cosas que harías si te fueras, por decir, a Nueva York: ¿museos? ¿tiendas? ¿parques? ¿restaurantes? Pues eso mismo pero en tu ciudad. También puedes reservar un día de spa como si estuvieras en un hotelazo en la playa. Puedes llegar desde temprano para aprovechar todo lo que ofrecen como jacuzzis y saunas. Es una de esas cosas que también podrías hacer siempre y no haces. Además, si vas entre semana en horas de oficina, pueden tener descuentos. Escoge una zona de la ciudad que no conozcas bien y que tenga varias cosas que te interesen, para poder planear tu ruta y aprovechar al máximo.
Quédate en un hotel…
Ya que no vas a gastar en traslados, inviértele a una o dos noches que te vayas a un hotel para sentir que realmente son vacaciones. Busca uno con alberca para que se sienta todavía más diferente a lo que estás acostumbrado. Trata de que no sea en fin de semana para que te salga más barato y que esté lejos de donde vives.
O siente que estás en uno…
Cómprate una bata (sí, de esas que te dan ganas de robarte del hotel) y úsala diario. Cambia las sábanas por unas limpias y blancas ese mismo día, antes de empezar la vacación. Pon un chocolate en la almohada de cada miembro de la familia cada noche. Ten flores en cada cuarto para que se sienta especial.
¿Por qué te conviene?
Sal de tu zona de confort
Una de las razones por las que viajar nos hace tanto bien es porque nos expone a personas diferentes y culturas desconocidas, comemos otras cosas, vemos cómo se vive en otros lados y hasta el clima es diferente. Para sentir eso mismo sin tener que cambiar de huso horario, puedes probar lo siguiente:
Come en un restaurante con comida que nunca hayas probado, entre más exótica, mejor.
Si en la ciudad hay, por ejemplo, un barrio chino, date unas horas para pasear por ahí.
Ve a un museo al que no hayas ido, de preferencia de algo que no conozcas mucho pero que te llame la atención.
Si siempre andas en coche, ve en metro a tu destino, si siempre andas en camión, renta una bici.
Busca lugares a los que no irías comúnmente
De alguna forma, pasar tus vacaciones sin viajar puede ser más relajante que salir. No tienes que esperar en aeropuertos o terminales, no manejas lejos y no te preocupas por perderte en una ciudad nueva. Pero sí es muy importante que pienses en planear tal como lo harías con cualquier otro viaje, si no, corres el riesgo de que se te vayan como agua los días viendo la tele. Investiga qué quieres hacer, pide recomendaciones y haz todo eso que siempre tuviste ganas de hacer pero nunca habías podido, vale muchísimo la pena descubrir el lugar en el que vives.
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