Descubre la verdad de este y otros mitos sobre la grasa abdominal
¿Sabías que tener grasa abdominal puede causarte diabetes o accidente cardiaco? ¡Aguas! No es solo cuestión estética, debes aplicarte para reducirla ¡ya! Y como lo primero es romper mitos y timos ¡van las principales dudas resueltas!
A largo plazo: NO. Momentáneamente percibirás que “redujiste más”, esto es porque deshidratas la zona, el supuesto peso que perdiste es de agua. Al comer algo o volver a tomar agua, todo regresará a su estado natural. El secreto para perder peso es hacer ejercicio constante y comer de forma saludable.
¡No! No tiene mucho que ver o relación directa. El sudor implica que estás haciendo esfuerzo, pero que sea a partir de “quemar grasa” ¡no! La grasa no se suda, se oxida y es usada como energía durante el ejercicio. El sudor es agua que el cuerpo exuda para mantener la temperatura corporal de tu cuerpo en los niveles adecuados, ya que esta se incrementa con el entrenamiento. ¡Sudar como “gordo borracho en antro” no quiere decir que estés perdiendo grasa corporal!
La grasa abdominal es peligrosa, porque muchas veces se trata de grasa visceral que está por dentro, alrededor de los órganos; a diferencia de la grasa subcutánea que está debajo de la piel.
La grasa visceral promueve la inflamación celular y aumenta el riesgo de varias enfermedades que van desde diabetes, cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Por eso, aunque estés en peso correcto, si tu cintura es mayor a 90cm como mujer, y arriba de 100cm como hombre; ¡debes tener grasa visceral!
La mejor manera de metabolizarla es haciendo ejercicio ¡y comiendo sano! La mezcla de ambas es lo que asegura que esa grasa baje, y se mantenga en niveles sanos. Un estudio hecho en 2013, concluyó que lo mejor es combinar entrenamiento aeróbico con fuerza. ¡Ojo! Lo que no ayuda a bajar esa grasa son las abdominales o sit-ups.
La grasa en tren inferior (forma de pera u obesidad ginecoide) es subcutánea –debajo de la piel- a diferencia de la abdominal (forma de manzana o androide) que es principalmente visceral. Por ello, ese tipo de grasa es la más riesgosa para la salud. El tipo de sobrepeso o lugares en que acumulas grasa, depende de factores hormonales y hereditarios.
Así es, la resistencia a la insulina (causada en gran parte por el exceso de grasa visceral) quiere decir que tus músculos y células hepáticas no responden adecuadamente a los niveles normales de insulina (la hormona pancreática que lleva la glucosa a las células del cuerpo para ser usadas como energía). Por ellos suben los niveles de glucosa en sangre, y puede ser condicionante de que padezcas diabetes tipo 2.
¿Cómo bajar la grasa abdominal?
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