Hay relaciones que no te ayudan a ser mejor ni a alcanzar tus metas. Te vamos a enseñar a distinguir lo que realmente vale la pena y cómo soltar si tu pareja ya te está haciendo más mal que bien
Para que se dé, una relación necesita del sentimiento de dos personas, pero para mantenerla viva, sana y funcional también se necesitan la voluntad y habilidad de ambos. A veces, aunque haya mucho amor, tienes que renunciar a una relación porque ya no te hace bien; y no nos referimos a renunciar a la primera falla, eh, sino a no mantener una relación que está del nabo y solo nos arrastra a un agujero de desamor y soledad. Es típico (y muy fácil) decir que “ya le hemos invertido mucho” y ya ni modo, pero hay que saber decir “hasta aquí llegué”, porque si sigues estirando la liga, te va a reventar en la cara.
Saber dejar ir es tan importante como reconocer cuándo hacerlo y aunque no hay fórmulas probadas, sí hay señales que puedes tomar en cuenta para por fiiiin soltar lo que te hace daño.
CUANDO UNO DE LOS DOS YA NO QUIERE ESTAR (AUNQUE AHÍ ESTÉ)
CUANDO TE JUGÓ CHUECO Y NI PERDÓN TE HA PEDIDO
CUANDO YA TE AGARRÓ DE SU PUERQUITO
Esta es prima de la anterior, pero está peor, porque como ya te hicieron una y ya te hicieron dos (y no hiciste nada al respecto), pues ahora ya te hicieron tres y tu tiempo se acabó… Tienes síndrome de la piñata. ¿Qué te hace pensar que quien no te ha respetado antes, de repente lo hará si le dices que ya te vas? Mejor ya vete y salva tu dignidad.
CUANDO YA TE CONFORMAS CON MIGAJAS
Es bien importante que no solo te quieran, sino que te sepan querer. Hay veces que toda la dotación de atenciones y cuidados de tu pareja son para su familia, sus amigos, su perro, sus compañeros del trabajo, su equipo de fut y ya lo que sobre, es lo que te toca a ti. Es hora de ir por tu propio pan en lugar de seguir comiendo lo que cae bajo la mesa.
CUANDO UNO DE LOS DOS YA SE VOLVIÓ MECHA CORTA
Cuando ya no se toleran, de todo hacen un pancho, se insultan, se gritan, se avientan cosas y por todo explotan, es momento de considerar seriamente terminar la relación. Bueno, eso y hacer cita con un terapeuta YA, especialmente si esto te pasa con todo mundo.
CUANDO LO QUE TE TIENE AHÍ ES EL MIEDO
CUANDO YA HAN INTENTADO TODO Y NADA FUNCIONA
Hablar, prometer, hacer como que no pasa nada, llorar, viajar, reír, enojarse, ir a terapia, leer un libro, gritarse, mil revistas, volver a llorar, escuchar podcasts, ir a cursos, confesarse, comulgar y encomendarse a un santo. Si nada de esto ha funcionado, ¿qué milagro están esperando que suceda? ¿Cuánto tiempo más le van a invertir a esta agonía?
Si te identificas con cualquiera de estas señales, ¡es hora de dejar ir!
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