#SoyComoQuieroSer: Juan Villoro

Taquería imperdible en la CDMX: ¡Uy, qué difícil! En la glorieta de Vaqueritos hay unos muy sabrosos. Son arriesgados porque nunca sabes el origen de la carne, pero el sabor hace que valga la pena ser intrépido. Mi taco perfecto es… la gringa sin piña, con salsa verde, aunque prefiero la roja por el color (lo cual es una superstición), pero la verde por el sabor (lo cual es una contradicción). Objeto más raro con el que te trabajas:  las llaves de mi llavero del Necaxa, necesito frotarlas para inspirarme. Es como un proceso mental. También las chiquitas de los candados para maletas son muy sabrosas al tacto. Primer libro que leíste: en la escuela leí El cantar del mío Cid porque había visto una película maravillosa con Charlton Heston y Sophia Loren de una superproducción de Hollywood, pero el libro me pareció muy aburrido porque estaba escrito en español antiguo. Claro, no estaba en condiciones de entender que era una obra maestra. Sigues siendo hincha del Barcelona y del Necaxa o le haces ojitos a otros equipos: ¡Nooo, para nada! En la vida puedes cambiar de todo, hasta de sexo, pero nunca de equipo porque es como cambiar de infancia; es como decir “ya no soy ese niño”. Si hubieras sido jugador profesional, ¿qué posición te habría gustado tener? Todo mundo quiere ser centro delantero, ya sabes, un número 10. Yo me hubiera conformado con ser suplente y jugar unos 15 minutos, pero tuve dos defectos: uno era la pierna derecha y el otro, la pierna izquierda, jajaja. ¿Gatos o perros? Tengo uno y uno, y era más de perros, pero mi gato Capuchino me convirtió a los gatos. El perro, un gigante de los Pirineos que me regaló Xavier Velasco (somos parientes políticos perrunos), se llama Lars por mi hija Inés. Lo bautizó así porque cuando era niña le leía cuentos de un oso polar que se llama así. ¿Cuál sería tu nombre de luchador?  “Mil máscaras”, porque un escritor se pone las máscaras de todos sus personajes. ¿En qué materia eras súper malo en la escuela? En todas prácticamente, jajaja. Estudié en el Colegio Alemán y ¡todas estaban en alemán! Me costaba mucho trabajo entender de qué se trataba todo. La única en la que no era tan malo era Español. ¿Cocinas? Sí, para mi hija. Sobre todo, pastas, ¡soy buenazo para detectar si están al dente! Hago espagueti a la “normalísima”, porque le pongo lo que normalmente encuentro en el refri, jajaja. Grosería favorita: ¡Carajo! Porque no ofende a nadie, simplemente te quejas de la realidad, del mundo, del universo. ¿Qué instrumento tocas y cuál te hubiera gustado? Toqué la guitarra muy rudimentariamente cuando era chavo, porque quería formar parte de grupos de rock, pero no tengo buen oído ni facilidad. Me habría encantado pertenecer a los Rolling Stones, ¡esos no se jubilan! A quién revivirías para un concierto: Janis Joplin. Superhéroe favorito: Batman, porque es un humano con una infancia trágica, no un ser de otro planeta. Su traje es formidable.