En el proceso de una venta lo que dices y cómo lo dices siempre tendrá impacto.
A ver, mételo en tu cabeza y repítelo hasta el cansancio: el éxito de tu changarro está en vender, y vender se sostiene en tres pilares que interactúan todo el tiempo, P-CUB-V: Producto-Comprador, Usuario, Beneficiario-Vendedor.
Hay productos fantásticos que se venden solos, tienes el caso de los helados en el desierto o de los paraguas durante un chubasco; también tienes casos de fantásticos y oportunos compradores, usuarios, beneficiarios que se muestran interesados, con ganas, con intención y te buscan, te persiguen, te llaman…, pero ¿y tú?, ¿estás lista para buscar, ofrecer, insistir, preguntar, responder?.., ¿para lo que quieres es vender, pero vender?
En el proceso de una venta lo que dices y cómo lo dices siempre tendrá impacto. Lou Pritchet, autor de Stop padding & Start racking the boat (Deja de remar y comienza a mover el barco) y quien fuera vendedor estrella de Procter & Gamble insiste en la necesidad de que los emprendedores se acepten como quienes pueden, mejor que nadie, ofrecer los servicios o los productos que venden.
Aceptarlo es también actuar en consecuencia. Si todavía no te has dado cuenta, cuando haces una presentación de lo que vendes hay señales que te mandan tus clientes para demostrarte que no estás siendo la mejor persona para ofrecerlo, observa:
Caminan inquietos o cruzan las piernas con frecuencia | Miran al reloj, sacan su celular |
Tamborilean con los dedos | Se paran al baño |
Se recuestan en la silla | Comienzan a guardar sus cosas |
Bostezan | Se excusan |
Comentan o murmuran con otra persona |
Tú, como emprendedora, tienes que enchularte porque no te puedes dar el lujo de que tus clientes potenciales se desesperen, se aburran o ni te hagan caso mientras les ofreces lo que te interesa venderles.
Vuélvete tan bueno como tu changarro y cada vez que hagas una presentación en público:
Que no se te noten los nervios.
Ya estás grandecita, si se te nota la inseguridad pierdes confianza. De comprarle estambres a quien se muestra insegura a comprárselos a quien se nota valiente, imagínate a quién le compran
Concéntrate en lo que tienes que decir.
Si ya te distrajo el del sonido o unas señoras que no se callan, no pierdas el hilo porque distraes y no queda claro ni qué vendes ni cuáles son las condiciones.
Controla conscientemente los movimientos de tu cuerpo.
Ni Clavillazo ni Resortes, ni muchos gestos ni manoteos excesivos. Abusado, tampoco momia de Guanajuato. Controla gestos y ademanes con naturalidad, si te pasas el público te evade.
Mira a las personas a las que les hablas.
Por supuesto que no se trata de quedárteles viendo, sino de que mientras presentas, explicas, aplicas, tengas la atención de hacer contacto visual y no de ir explicando el Power Point.
Para la especialista en lenguaje corporal Judy James, 8 de cada 10 personas desconfiamos de quienes nos ocultan la mirada. Tienes mayores posibilidades de vender mirando a quienes les hablas, a quienes te escuchan.
Colócate donde te oigan, donde te vean.
Busca el sitio adecuado. Ni muy cerca ni muy lejos, ni muy arriba ni muy abajo, donde te puedan ver y escuchar sin tener que enderezarse o agacharse.
Observa y reacciona.
Si notas alguna de las actitudes de las que ya te hablé, ponte lista, reacciona y enmienda.
El público que te va a comprar se manifiesta de esta manera:
Vende más presentando mejor, enchúlate para el changarro.
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