Cómo desconectar de verdad en vacaciones

Seguro que has regresado de unas vacaciones y en lo único que piensas es que necesitas otras vacaciones para recuperarte de las primeras. Sí, desconectar plena y completamente puede ser complicado, y puede generarnos estrés o hasta culpa el no revisar el correo del trabajo ni una sola vez, pero como es importante trabajar también debemos concentrarnos en obtener un buen descanso. Pero cuando se trata de descanso total, no solamente debemos de hablar sobre desconexión con el trabajo. Existe otra forma de comunicación a la que vivimos pegados y se nos olvida apagar por un rato… las redes. Vivimos con altas expectativas de lo que deben ser las vacaciones ideales, y entre trabajo, y mantenernos al tanto en redes, el resultado que obtenemos son unos días sin el descanso que tanto deseábamos.

Ahora, esperar que podamos descansar en unos pocos días todo el cansancio acumulado del año, es un poco (bastante) complicado; siendo realistas, imposible. Es por ello que debemos de aprender a incorporar espacios y momentos de descanso en nuestros días. ¡Te compartimos algunos consejos, para desconectar al máximo en vacaciones y el resto del año! 

• No idealizar las vacaciones: Es importante aceptar que el tiempo libre no siempre es perfecto.
• Aceptar que no existe la desconexión absoluta: Es normal acordarnos de nuestros pendientes, y estos pensamientos no significan que no estemos descansando. Lo mejor que podemos hacer es normalizarlo, aceptarlos, y tratar de devolver nuestra atención al presente.
• Concentrar nuestras acciones relacionadas con el trabajo en horario laboral: Por ejemplo, revisar el correo electrónico solo durante las horas de trabajo o desactivando notificaciones durante el fin de semana.
• Buscar actividades que disfrutemos: Es fundamental que dediquemos nuestro tiempo libre a lo que nos importa y disfrutamos, así cuando tengas estos pensamientos intrusivos será más fácil reconcentrarte en una actividad que verdaderamente disfrutes. 
• Usar como motivación laboral las vacaciones: Puede ser una buena estrategia, aunque no debe ser la única. Si en tus horas de trabajo te dedicas plenamente a ello, en las de descanso también podrás hacerlo sin culpas.