Decir que te lo mereces, que qué tanto es tantito le está haciendo a tu cartera más daño de lo que crees ¡Cambia tu mentalidad!
Por Andrea Pieck
¿Cuando gastas “porque te lo mereces” o “por disfrutar el momento”, te sientes menos culpable de comprar algo que realmente no necesitabas? Puede que seas víctima de tu propia cabeza: hay pensamientos que nos sirven como justificación para quedarnos sin un peso. Los expertos en la psicología del dinero han detectado “mantras” que nos decimos y que no colaboran con nuestra cultura de ahorro. Te pasamos sus consejos para que te alejes del autoengaño.
“CONSIÉNTETE, TE LO MERECES”
Cuando estés a punto de comprar algo y pienses: “me lo merezco” o “ha sido una semana complicada, me voy a consentir”, intenta mejor hacerte las siguientes preguntas: “¿lo necesito ahorita?”, “¿me va a ayudar a llegar a mis metas?”.
Si el gasto está fuera de tu presupuesto y te das cuenta de que en realidad no te hace falta, siempre te puedes consentir con cosas que no impliquen un sacrificio económico.
Habiendo dicho todo esto, no queremos que pienses que NUNCA te puedes comprar algo solo por el puro gusto de hacerlo; lo que queremos es que detectes tu tren de pensamiento y te hagas preguntas para saber si tu cabeza está saboteando tus finanzas. Seguramente si te vuelves consciente de ello, cuando te des un gustito, comprarás algo que vaya de acuerdo con tus posibilidades financieras, además de que lo harás en ocasiones REALMENTE especiales.
Para que estas metas sean alcanzables, lee nuestro artículo “Un guardadito” en el número 74, de abril 2020 y convéncete de que ese dinerito va mejor en tu fondo de emergencia
“EL DINERO NO ES LO MÁS IMPORTANTE”
Generalmente este es el mantra de las personas que se consideran “pésimas para ahorrar”. Ambas frases refuerzan una relación negativa con el dinero y una justificación a nuestros gastos. Mejor habría que pensar cosas como: “estoy aprendiendo a ahorrar”, “cada vez manejo mejor mis finanzas”, “el dinero sí importa porque me da estabilidad”.
“¡VIVE EL MOMENTO!”
Tal vez piensas que el dinero es para gozarlo y que a nadie le interesa ser el más rico del panteón. Ok, está bien que disfrutes el momento, pero lo que no está bien es que eso sea un pretexto para no ahorrar. Crea un esquema en el que trabajes mucho y disfrutes mucho también. Diviértete con un presupuesto destinado específicamente para una aventura, un lujo, una experiencia; pero que gastar en esas cosas no drene tus finanzas: ¡disfrutarás más cuando sepas que lo que estás haciendo no te va a dejar en la ruina absoluta!
“ES UNA EMERGENCIA!”
No, tener que sacar de tus ahorros para pagar la tarjeta por haber gastado el doble de tu presupuesto en oootros zapatos para la boda del sábado, no es una emergencia. Las emergencias son: un problema de salud, quedarte sin chamba, que se te descomponga el coche. Pensar que gastaste porque era urgente y no te quedó de otra, te puede hacer sentir mejor, pero no deja de ser una justificación para hacer gastos innecesarios.
“ME URGE SHOPPING PARA RELAJARME”
Sí, comprar algo le da un pequeño shot de dopamina a tu cerebro, esto quiere decir que te da placer y calma tu ansiedad… de forma momentánea. En estos casos debes caer en la cuenta de que el instante de satisfacción va a pasar; en cambio, haber hecho un gasto que no tenías planeado puede ser una fuente de estrés a la larga. La pregunta que debes hacerte es: ¿el placer momentáneo será mayor que el impacto del gasto a largo plazo?
Para consentirte:
Si estás chipi, mejor:
¿Te gustó esta nota? Califícala
Alejandro Dumas 241 / Col. Polanco-Reforma / CP. 11550 / CDMX. / Teléfono: 9126 2222
© Todos los Derechos Reservados de Media Marketing Knowledge Group www.mmkgroup.com.mx
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético.