Por: Adriana Loaiza
Unos quieren que les adivinemos el pensamiento; otros que hasta les avisemos si vamos al baño; algunos odian que salgamos a tiempo y otros depende de con qué humor se levanten. Checa qué tipo de jefe tienes y cómo sobrevivir a él:
EL SABELOTODO
- Es muy intelectual; por su experiencia sabe mucho y de todo
- A todo le pone peros, nada le gusta
- Se pasa de perfeccionista: con solo un vistazo detecta errores
- Es calladito la mayor parte del tiempo, pero porque te está observando
- Seguramente es alguien con pocos amigos
- Es workaholic
- Es raro verlo en eventos sociales
- Todo se le olvida
- Nunca tiene tiempo para ti
- Es como un fantasma: aparece y desaparece
¿Cómo sobrevivir?
- Exprésale tu admiración y reconocimiento, pero que sea sincero
- Cuando vayas a presentarle algo, asegúrate de tener bases sólidas; consulta, analiza e infórmate. Que nunca te agarre en curva
- Toda la comunicación escrita que le hagas llegar, revísala por lo menos dos veces.
- Invítalo a las reuniones, sabiendo que lo más seguro es que no vaya, pero se va a sentir tomado en cuenta
- Si la puerta de su oficina está cerrada o lo ves muy concentrado, ni te asomes
EL TIRANO
- Es muy desconfiado y exigente
- Le gusta controlar todo, por eso rara vez delega
- Es de mecha corta, explota por cualquier cosita, hace berrinche y hasta se pone morado
- Es muy impaciente y poco tolerante Solo tienes una oportunidad con él Rara vez te pedirá una opinión, pues él cree que siempre tiene la razón
- Es carismático, atractivo y hasta seductor
- Supervisa y decide todo, todo, todo, hasta el más mínimo detalle
- No soporta la autoridad, que le den órdenes o que lo supervisen
- Es muy competitivo, siempre tiene que ganar o ¡arde Troya!
- Nunca da las gracias ni te reconoce, pues piensa “para eso te pago”
¿Cómo sobrevivir?
- Haz tu trabajo lo más rápido posible y bien hecho
- Ten mucha paciencia y tolerancia, no te enganches ni te tomes personal sus gritos o desplantes
- Cuando tengan junta, lleva siempre pluma y libreta y apunta TO-DO
- Trata de comunicarle todo: que ya llegaste, si vas a salir o el avance de tu proyecto
- Evita tus redes sociales durante las horas de trabajo (este tip aplica para todos los jefes, pero en especial con este)
EL ABUSIVO
- Es muuuy absorbente, demanda tu tiempo y atención
- Te pide muchos favores personales: desde ir a la tintorería y traerle un café hasta pasar por sus hijos a la escuela
- No le gusta estar ni hacer nada solo. Siempre debe tener gente en su oficina (aunque él esté sin quehacer)
- Se queja mucho
- Nunca acepta un “NO” por respuesta, insiste, insiste e insiste
- Manipula, chantajea y soborna hasta que logra lo que quiere
- Por cualquier cosita se tira al drama
- No le gustan los cambios, ¡no, señor!
- De repente anda de buenas, de pronto muy de malas y ¿adivina quién paga los platos rotos? Tú
- Te pone juntas después de la hora de salida, en fines de semana y hasta en días festivos
¿Cómo sobrevivir?
- Ofrece ayuda adicional de vez en cuando, pero siempre pon límites.
- Usa frases como “¿Te importa si lo hago acabando esto?” o “¿Le puedo pedir el favor a Chucho, que está desocupado?”, para que tenga tiempo de pensar sobre lo que te pidió y además vea que no te estás rascando la panza
- Evita ver el reloj en su presencia, puede pensar que te urge salir corriendo
- Adelántate a sus peticiones ¡sorpréndelo con tu proactividad!
- Demuéstrale que te interesa su opinión
EL BARCO
- Parece que navega sin rumbo y rara vez te dará una dirección clara
- No tiene planes ni metas
- Es muy inseguro y se le dificulta comunicarse
- Da instrucciones muy confusas Usa indirectas del tipo “te lo digo Juan para que entiendas Pedro”
- No te dice lo que hay que hacer hasta que ya es urgente
- No le gusta la prisa ni la presión, todo tiene que ser con calmita Es divertido, entretenido y buena onda
- Tiende a usar muchos diminutivos cuando habla (“cafecito”, “¿tienes un minutito?”), pero es pa’ suavizar que el informe anual es para mañana y no te había avisado
- Tiene la capacidad de reírse de sí mismo, pero ¡aguas!, eso no te da la libertad de hacerlo tú
¿Cómo sobrevivir?
- Cuando te dé alguna instrucción, repite sus palabras para corroborar que entendiste lo correcto y ahí mismo sugiere un proceso para llevarlo a cabo con éxito
- ¡No andes sin quehacer! Ten iniciativa para pedirle más trabajo
- Nunca te rías de él ni hagas ningún comentario sarcástico, aunque según tú te esté “dando pie”
- Invítalo a comer o de repente llévale un dulcecito. ¡Eso sí! nunca lo hagas si sabes que está a dieta
- Cuando hagan reuniones con compañeros, considéralo; si es de cooperación, infórmaselo con tacto, no se vaya a ofender
EL SARGENTO
- Las cosas deben hacerse como él dice y nada más
- Es muy rígido y severo
El único que debe brillar es él; rara vez le dará mérito a tu esfuerzo
- Es optimista, determinado, vivaz y dinámico
- Cuando surge algún problema, encuentra a quién culpar
- Perfeccionista a más no poder
- Es justo, sobre todo en cuestión de lana o permisos especiales (no de descanso)
- Te involucra poco en los proyectos y él toma todas las decisiones
- Le gusta la mejora continua, así que cuando no está en la oficina, seguro estará tomando algún curso o seminario
- Rara vez toma vacaciones y te cuestiona cuando tú las pides; no soporta a los holgazanes
¿Cómo sobrevivir?
- Gánate su confianza, que vea que tu trabajo contribuye a que todo el equipo (incluido él) brille
- Cuando tengas algún problema, llega siempre con una propuesta de solución
- Antes de entregar cualquier trabajo, revisa que no tenga ningún error ni una manchita, nada
- ¡Que nunca te vea flojeando!
- Ten iniciativa y paciencia; poco a poco pide que te involucre en más proyectos