Chamba y dinero
Por: Berenice Villatoro
El “sí” trae problemas innecesarios, desde quitarte tiempo libre hasta por hacer cosas que no te corresponden, así que aquí tienes formas amables de decir No en la oficina
Cuando dices “sí” a todo, sin darte cuenta, te metes en problemas que van desde quedar mal con tus amigos hasta descuidar tu salud por exceso de trabajo. Aprender a poner límites no solo es necesario, sino vital para no terminar ahogado en compromisos ajenos. Por eso, aquí te dejamos formas amables de decir NO en la oficina, sin culpas y sin dramas.
Aprender a decir “no” es esencial para establecer límites saludables, proteger nuestro tiempo y energía, y priorizar lo que realmente importa. Muchas veces, por miedo al rechazo o por querer complacer a los demás, aceptamos compromisos que nos desgastan o nos alejan de nuestros objetivos. Decir “no” con asertividad no significa ser egoístas, sino respetarnos a nosotros mismos y nuestras necesidades.
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Decir que “no” en su momento, fortalece nuestra autoestima, mejora nuestras relaciones y nos enfoca en lo que realmente nos hace crecer y sentir bien. Algunos estudios realizados por la Universidad de Harvard y Oxford, han demostrado que las personas que tienen dificultades para establecer límites y se sienten obligadas a aceptar todas las solicitudes pueden experimentar estrés crónico, agotamiento y ansiedad.
Además, la sobrecarga de compromisos reduce la productividad y la satisfacción personal, ya que dispersa la atención en demasiadas tareas.
Investigaciones sobre la asertividad, que ha publicado Psychology Today, indican que quienes aprenden a decir “no” de manera estratégica tienen mayores niveles de bienestar y autoestima, ya que pueden enfocarse en sus verdaderos valores y objetivos sin sentirse constantemente abrumados.
Si de verdad mueres por decir que sí a todo, o simplemente te encanta ser el que siempre ayuda, trata de cambiar la cosa. Digamos que tu jefe te pide terminar algo a las 10 de la noche, podrías aclararle que eso ya está fuera de horario, pero que en la mañana lo harás a primera hora.
Vivimos en un mundo en el que intentar hacer todo es lo óptimo, pero si lo piensas, al decir que “sí” a algo, e irlo haciendo junto el montón de trabajo que tienes, puede ser peor para la empresa si cometes un error.
Muestra gratitud por haber sido considerado, pero deja claro que no puedes asumir más responsabilidades. Un ejemplo de lo que hablamos es decir: “Gracias por pensar en mí para esto. Me encantaría ayudar, pero en este momento estoy enfocada en otros proyectos y no podría dedicarle la atención que merece”.
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Si en algún momento, más adelante, tendrás la posibilidad de ayudar, puedes agendar con las personas cuándo harás lo que se te pide. No se trata de negarte por completo, pero sí de establecer horarios y fechas adecuadas para ti.
Desafortunadamente muchas personas no entienden que “no” significa que tienes otras mil cosas en la mente, así que haz una lista, y si tu jefe te pide algo, repásala con él. “En este momento estoy enfocada en (proyecto actual) y no puedo asumir más. Si es algo urgente, podemos revisar juntos cómo reorganizar prioridades con el equipo”.
Ser una persona que siempre dice que sí, y de pronto cambiarlo, va a ser difícil, pero lo importante es que pienses en ti, en tu salud mental, pero también en el bien común. De verdad no le haces bien a nadie haciendo todo el trabajo tú sola, pero sobre todo, debes comenzar a cuidarte, a tener un descanso adecuado, de lo contrario, vas a tener burn out y la cosa va a ponerse peor.
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