3 pilares para lograr el equilibrio

Hay muchas personas que se han preguntado sobre la existencia de la vida del ser humano, no importa la época o la nacionalidad, siempre podemos encontrar algún texto, mito, relato, fábula, etc. que de razón a esta situación.

La técnica del Coaching le da respuesta a esta inquietud mediante el modelo CAR que elaboró John Whitmore. Ésta llega a reconocer tres principios básicos que son fundamentales y funcionales para que una persona encuentre el equilibrio, y de ahí proviene el acrónimo.

Conciencia: se puede decir que es la parte objetiva, que está basada en darnos cuenta de la información que obtenemos de nuestros sentidos, a esto hay que sumarle la educación que tenemos, valores, creencias, aprendizajes, influencia sociocultural, que obtenemos por la interacción con el mundo que nos rodea.

Autocreencia: la metodología del coaching parte que cada persona cuenta con todos los elementos necesarios para superar cualquier dificultad, esto significa que la persona puede cambiar por su propia voluntad o mejorar en cualquier ámbito de la vida.

Responsabilidad: cada persona debe asumir los resultados de sus acciones, esto aplica en si las cosas se dieron como se esperaban o no.

Por eso el Coaching es un mecanismo que pone el foco de atención en la acción, dejando de lado los resultados y se enfoca en los aprendizajes que cada actividad puede dejar. Esto hace que sea una gran forma de crecimiento personal.

“El objetivo del coaching es potenciar la conciencia, la responsabilidad personal y la autoestima”, (John Whitmore).

En muchas ocasiones nos sentimos abrumados por los sentimiento y pensamientos, sintiéndonos impotentes en otros momentos lo aceptamos lo que hace el Coaching tan interesante es que impulsa a la transformar lo que pasa alrededor.

El impulsar a que la persona sea responsable de lo que vive y que sepa que lo puede cambiar mediante esfuerzo y el autoconocimiento, ayuda a que logre equilibrar su desarrollo personal.