Acceder a todo lo que se te pide en la chamba puede hacerte quedar como un buen colaborador, quizá hasta llegues a ser el empleado del mes, pero también puede ser muy desgastante y hasta contraproducente
Normalmente decimos que “sí” cuando queremos decir que “no” porque nos da mucho miedo decepcionar a nuestro jefe y a nuestros compañeros. En otras ocasiones lo hacemos para evitar conflictos, sin embargo, la mayoría de las veces lo hacemos para preservar la imagen que tenemos de nosotros mismos y que queremos comunicar en todo momento, esa imagen de aquella persona que siempre puede con todo.
NO ME ATREVO
Si alguna vez te sientes con ganas de decir “no” debes saber que sí se vale, y las razones para esto pueden ser muy variadas:
DEBES TENER ALGO CLARO, QUE SÍ SE PUEDE DECIR “NO” Y TODO ESTÁ EN TRABAJAR LA AUTOESTIMA Y ASERTIVIDAD. LA AUTOESTIMA, POR UN LADO, ES LA VALORACIÓN QUE TENEMOS DE NOSOTROS MISMOS COMO SERES HUMANOS; LA ASERTIVIDAD ES LA CAPACIDAD DE DEFENDER Y HACER RESPETAR LOS DERECHOS Y CREENCIAS INDIVIDUALES SIN TENER QUE VIOLAR LOS AJENOS, ES DECIR, SIN SER SUMISOS NI VIOLENTOS.
PASO A PASO
1. Analiza la situación
Define qué se te está pidiendo y por qué, después analiza la razón de tu negativa. Observa tu nivel de asertividad ante el caso, trata de ser lo más objetivo posible en esta observación.
2. Justo a tiempo
No esperes mucho para decirlo, y sé que muchas veces parece complejo, pero dejar pasar tiempo para mostrar tu negativa a realizar una actividad puede generar más problemáticas. No esperes al último momento, en cuanto sientas que debes decir “no”, dilo.
3. Enfocado y preparado
Lo primero es tener claras tus razones para negarte a realizar lo que te piden y posteriormente que seas capaz de explicarlas a detalle. Tal vez tú observas que estás saturado de actividades y no tengas tiempo suficiente para cubrirlas todas con la calidad pertinente. Pero eso a lo mejor no lo ve tu jefe, por lo que tu misión es plantear de forma clara y concreta tus argumentos para que no parezca que nomás no quieres.
4. Sugiere soluciones
Considera si eres capaz de ofrecer una solución alternativa y no solo una tajante negativa, recuerda siempre que tienes el poder de observar soluciones y no solo el problema. Quizá al terminar un proyecto puedas agarrar el otro que te ofrecen o algún compañero está más libre, pero siempre ofrece otra opción.
5. Agradece la oportunidad
Si por alguna razón no eres capaz de desarrollar la instrucción o tarea, agradece la oportunidad y la confianza que se te tiene. No te limites a decir “no”, reconoce y agradece la oportunidad que implicaría desarrollar esa orden.
6. Utliza la técnica del sándwich
Como fórmula, esta técnica es muy popular, consiste en dar una respuesta que incluya una observación positiva para nuestro jefe, después el mensaje que exprese nuestra negativa, para terminar con otra observación positiva, es aquí donde entra la posible alternativa:
Mira siempre de una forma objetiva cada situación, tu jefe es uno de tus principales clientes y como tal, la mejor manera de tener una relación profesional es llevando una honesta y excelente comunicación, clara, directa y sobre todo sin situaciones que se mal entiendan.
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