¿Sufres problemas de presión?

Por: Juan Verdejo

Estás en la farmacia, fuiste a comprar una aspirina y en lo que esperas, una enfermera te dice que si quieres tomarte la presión. Tú te sientes bien, a lo mejor un poco cansado o aturdido, pero igual que siempre. “Es el estrés”, te dices. Le das tu brazo y la cifra que aparece en el medidor de presión dispara las alarmas: 148/95 mmHg. Estás hipertenso, ¿qué diablos es eso? Lo que acaba de pasar es que midieron la fuerza que ejerce la sangre que bombea el corazón contra las paredes de las arterias. El número más alto es el de la presión sistólica y el menor el de la diastólica.

LA SISTÓLICA

Es la presión máxima en el momento del latido cardiaco, cuando
el corazón se contrae.

LA DIASTÓLICA

Es la presión de la sangre cuando el corazón está en reposo, entre latido y latido.

Cuando las cifras marcan más de 140 mmHg con más de 90 mmHg, significa que tu corazón está trabajando a marchas forzadas ¡para mantenerte vivo!

¿POR QUÉ SUBE?

En pocas palabras: por tus malos hábitos. Y porque con la edad las arterias se vuelven más rígidas y necesitan más presión para mantener una circulación adecuada.

Lo que te pone en peligro:

• Comer mucha sal
• No hacer ejercicio
• Fumar
• Ser obeso
• Tener antecedentes de familia

HIPERTENSIÓN SILENCIOSA

Uno de los principales problemas de la hipertensión es que no tiene síntomas,
no por nada le dicen “el asesino silencioso”. Por eso es importante checártela de vez en cuando. Sobre todo si tienes alguna de las siguientes molestias:

• Dolor de cabeza.
  • Hemorragias nasales.
  • Hormigueo en la lengua.
  • Aturdimiento.

ALIVIANA TU CORAZÓN

Tómate la presión varias veces a la misma hora y en la misma circunstancia para ir al doctor con datos concretos. Si te detectan hipertensión en una etapa temprana, te puedes evitar los medicamentos solo con cambiar tu estilo de vida.

Lo que tienes que hacer:

• Si estás gordo, enflaca ya.
• Bájale al cigarrito o despídete de él para siempre
• Camina, corre, muévete
• Hazte chequeos constantes
• Hazle caso al doctor