Arde arde… ¿Qué es la enfermedad ácido péptica? ¿Gastritis eres tú?

Lo mismo pero en diferente presentación, conoce qué es la enfermedad ácido péptica y de qué forma afecta a tu cuerpo, así como la gastritis.

Diego Angulo

Si algo tiene mucho aguante en el cuerpo, sobre todo de los mexicanos, es el estómago. Le metemos picante a más no poder y nos arrrde como el mismísimo infierno. Descubre qué es la enfermedad ácido péptica, ve a la raíz de esos dolores con síntomas específicos y dale un reset a la panza.

¿Qué onda con el intestino?

El tubo digestivo tiene que sacar toda la fuerza posible, pues además de llevar sus funciones al pie de la letra, debe soportar muchas sustancias corrosivas como lo son el ácido clorhídrico y la pepsina. Por lo tanto, cuenta con diferentes mecanismos de defensa que ayudan a proteger a la mucosa (superficie del tracto gastrointestinal), el daño a esta parte puede generar una inflamación de mal gusto, erosiones superficiales o hasta úlceras, que es un problema todavía más grave, que te puede llevar a complicaciones en el hospital.

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¿Qué es la enfermedad ácido péptica?

La enfermedad ácido péptica es un conjunto de otras que se caracterizan por un desequilibrio entre los agentes corrosivos y los mecanismos protectores que tenemos naturalmente, como son el bicarbonato, la capa de moco, la unión intracelular, la capacidad de regeneración, etc. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la gastropatía erosiva (gastritis) y las úlceras gástricas y duodenales son las consecuencias más comunes en este desequilibrio.

Lo que ya conocemos…

No le hemos dado buen uso al término gastritis, ya que para realizar este diagnóstico se necesitan biopsias del estómago para poder descifrar si existe la gastritis y de qué tipo es, no es algo tan sencillo como “me duele la cabeza”. Usarlo para describir un dolor con ardor en el centro del estómago, no es correcto.

La enfermedad ácido péptica es una de las más comunes en el mundo y de las principales causas de visitas al gastroenterólogo, ya que afecta la calidad de vida de las personas por la intensidad y frecuencia de los síntomas. Debemos tener especial cuidado con la enfermedad ulcerosa, porque puede llegar a ocasionar sangrado o perforación, y esto tendrá que resolverse con una intervención urgente.

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Principales causas

Las principales causas de úlcera, tanto gástrica como duodenal, son la infección por H. Pylori y la administración de analgésicos no esteroideos (como naproxeno, ketorolaco, diclofenaco, entre otros), los cuales se usan para cuando tienes dolores de todo tipo y resultan ser sumamente agresivos para la mucosa del tracto gastrointestinal. Te friegas el estómago.

También está la Helicobacter pylori, una bacteria que es más común en países subdesarrollados, se estima que hasta un 66% de la población mexicana pudiera estar contagiada o ser portadora. H. pylori afecta diferentes aspectos de la función gastrointestinal, aumenta la producción de ácido gástrico y disminuye los mecanismos de defensa, dándole paso a la formación de úlceras.

Son solo algunas razones por las que el estómago está pidiendo ayuda. Existe evidencia de que factores genéticos como el tipo de sangre pueden favorecer esta entidad, y también de que algunas infecciones, entre ellas la COVID-19, pueden estar relacionadas con el daño a la mucosa gástrica.

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Síntomas de ácido péptica

Los principales síntomas de esta enfermedad son: dolor en la zona alta del estómago, sensación de llenura temprana, náusea, eructos constantes, disconfort abdominal y vómitos. Es importante tratar de evitar las complicaciones, ya que pueden ser muy peligrosas, cuando una úlcera péptica se complica generalmente deben ser tratados en un hospital que cuente con los medios necesarios para este tipo de eventos.

Los pacientes pueden tener hemorragias que se manifiestan con vómitos con sangre (hematemesis), evacuaciones negras (melena) o dolor muy intenso ocasionado por perforación. El diagnóstico de la enfermedad ácido péptica se hace con la historia clínica del paciente y realizando la prueba terapéutica en personas que no tengan síntomas de alarma, como pueden ser dolor intenso, pérdida de peso o sangrado.

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Esta prueba consiste en dar tratamiento con inhibidores de bomba de protones (omeprazol, pantoprazol, entre otros), que inhiben la producción de ácido clorhídrico durante determinado tiempo, observando mejoría de la sintomatología.

En caso de que los síntomas sigan, el estudio de elección es la endoscopía. Consiste en introducir una cámara por la boca para observar el estado de la mucosa, lo cual permite tomar biopsias o realizar algún procedimiento terapéutico para contener sangrados.

Por lo tanto, si ya sientes un ardor “fuera de lo normal” chécate con un especialista. No todo son soluciones rápidas, pues a la larga los únicos afectados serán tú y tu estómago.

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