Las lesiones son provocadas por dos causas principalmente, por un golpe o caída y por el desgaste de los músculos.
Correr es un ejercicio muy completo y gratificante, cada día gana más fans. De acuerdo con cifras que maneja Sport Promotion, en México existen seis millones de corredores y el año pasado se tuvo un incremento de 40% de corredores.
A quien se enamora del running le es muy difícil parar, el no saber correr adecuadamente o escuchar las necesidades del cuerpo y esforzarnos de más, puede provocar lesiones. Por ello, es importante conocer los tipos de lesiones y sus síntomas, para identificarlas y sobretodo para prevenirlas.
Las lesiones son provocadas por dos causas principalmente, por un golpe o caída y por el desgaste de los músculos. Con un tobillo torcido se guarda reposo y después de tu recuperación todo vuelve a la normalidad. En cambio, el dolor de una lesión que se acumula poco a poco, puede ser más peligrosa. En cualquiera de los casos se debe consultar al médico y llevar el tratamiento recomendado, ya que aunque sea una lesión sencilla puede convertirse en un problema crónico.
Aquí las lesiones más comunes entre los corredores:
Es probablemente la más recurrente entre los corredores. Este tipo de lesión es un pequeño desgarre en el músculo causado por esfuerzo excesivo, calentamiento inadecuado y por el estiramiento exagerado. En este caso es recomendable aplicar hielo en el área afectada para aminorar la hinchazón y guardar reposo hasta que el músculo se recupere por completo.
Es una lesión más grave que la distensión, ya que se desgarran los ligamentos que protegen al tobillo, consecuencia de una fuerte torcedura provocando dolor intenso.
Aplica hielo en la lesión y visita al médico quien valorará la seriedad del esguince.
Sin duda una las lesiones más incómodas para los corredores. Es una inflamación de la fascia plantar, parte inferior del pie, misma que va desde el talón hasta los dedos. Esta lesión es resultado del incremento acelerado de distancia, por ello es importante aumentar distancia paulatinamente. También interviene la mala elección de las zapatillas para correr y una mala técnica de pisada.
Coloca hielo en la planta del pie y con una pelota o botella da un pequeño masaje, girando el pie encima de la pelota.
El dolor aparece en las espinillas, exactamente en la zona interior de la tibia, y se incrementa al empezar a correr. Este malestar es resultado de correr más distancia o por aplicar más fuerza, aunque también influye una mala técnica y postura al correr, pues cualquier desequilibrio ejerce mayor presión en el cuerpo. Es básico tomar días de descanso o complementar con otro ejercicio, la natación o ciclismo son muy buena opción.
Es una lesión en el centro de la rodilla o en la cara externa, el dolor puede extenderse hacia la espinilla o al muslo. El sobreesfuerzo físico puede desalinear la rodilla y causar dolor, por ello es fundamental saber escuchar a nuestro cuerpo y no exceder ese límite. Esta lesión es una de las lesiones más peligrosas por el desgaste constante en el cartílago de la rodilla. Si ya padeces la rodilla del corredor, es importantísimo visitar un especialista.
El tendón de Aquiles es el más largo y grueso de nuestro cuerpo, es el que soporta la mayor presión en cada zancada y el encargado de unir los músculos de los gemelos con el talón.
La tendinitis de Aquiles se clasifica en dos: aguda y crónica. La primera se presenta dolor al inicio de la carrera y desaparece durante o al terminar el entrenamiento, mientras que la crónica puede durar semanas, incluso meses, el dolor es constante al correr, subir o bajar escaleras. La zona se inflama y puede causar degeneración del tejido y en casos más graves, se realiza cirugía para eliminar el tejido cicatrizal.
Es consecuencia de un esfuerzo excesivo, una técnica incorrecta o por músculos demasiado rígidos.
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