En todas las películas vemos a alguien poniendo hielo para el dolor, pero ¿sabes cuándo debes ponerte cosas calientes o frías para desinflamar?
Si el tobillo se te fue chueco, te duele la espalda, la rodilla ya te truena cada cinco minutos y la verdad, no tienes idea de qué ponerte para que te baje el dolor. Te damos una guía para que conozcas si debes aplicar frío o caliente para desinflamar.
Así como las medicinas, la temperatura de lo que pongas sobre tu cuerpo va a tener diferentes resultados, y sirve para cosas completamente distintas, así que cero se vale que no hagas las cosas como se deben.
Pero empecemos por el principio, sabes que la inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante una lesión, infección o irritación, es como un mecanismo de defensa que debe ser cuidado con amorsss.
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Durante la inflamación, los vasos sanguíneos se dilatan para permitir que más sangre, y con ella, más células inmunitarias, lleguen al área afectada. Esto suele causar enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor.
“Tanto el hielo como el calor pueden ayudar al alivio del dolor muscular o articular, pero cada uno funciona en tu cuerpo de manera diferente. Esto significa que es importante cuándo y cómo aplicas el frío o el calor”, explica el Dr. Kenneth Brooks, cirujano ortopédico especializado en cirugía de rodilla del Hospital Houston Methodist.
Es importante que sepas que el hielo es un anestésico natural, o sea que te va a quitar el dolor, así que si lo que siente es doloroso, lo mejor que puedes hacer es ponerle algo frío.
Según el Dr. Brooks, debes ser muy consiente de lo que sientes, y es que el hielo es súper bueno para el dolor muscular o articular, que estén asociados con el ejercicio o algún uso excesivo de tu cuerpo, como por ejemplo caminar mucho.
“Aplicar frío hace que los vasos sanguíneos se estrechen, disminuyendo el flujo de sangre al área. A su vez, esto ayuda a reducir la inflamación que causa la hinchazón. Incluso cuando no puedes ver la hinchazón a simple vista, pero sientes dolor, significa que, si reduces la inflamación, reducirás el dolor”, indica el médico.
Una vez que ya no tienes nada de dolor, pero naaada, te puedes poner calor en cualquier parte afectada, ya que lo que hace es que calma el estrés de tu cuerpo.
“La aplicación de calor hace que los vasos sanguíneos se expandan, aumentando el flujo de sangre. Esto atrae más oxígeno y nutrientes, al área lesionada, lo que puede ayudar a aliviar la fuente de tu dolor con el tiempo”, considera el Dr. Brooks.
El calor te va a ayudar con la disminución de la rigidez de las articulaciones, aumento en la flexibilidad, reducción del dolor, alivio de calambres y espasmos musculares.
Ahora bien, no puedes quedarte ni con frío ni con calor por 19 horas, cero, sólo se pueden aplicar durante un tiempo limitado, de entre 20 a 30 minutos.
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