Lo que nadie te dice de tener muchos hijos

Por: Inés Gómez Mont

No es cursilería que el amor infinito e inexplicable que sientes por un hijo se multiplica cada que llega uno nuevo, entonces al multiplicarlo por siete, me siento la más bendecida y privilegiada. Yo le aposté a una familia grande, que ya no se acostumbra y no está ni bien visto —cosa que me vale gorro— pero toda la felicidad se ha septuplicado.

SIEMPRE SUPE
Toda la vida quise tener cinco hijos, ser maestra y salir en la tele, entonces creo que se me cumplió y de más. Puedo decir que me siento muy realizada en cuanto a los sueños que tuve desde chica.

LA MISMA BANDA
Cualquiera que ha convivido con mis hijos estará de acuerdo en que son muy educados. Les he enseñado a ser respetuosos, cariñosos, buenos hermanos, a ser de verdad partners en la vida. Se me hace súper importante inculcarles que realmente somos la misma banda, como yo les digo.

MAMÁ ORGANIZADA VALE POR MIL
No digo que sea fácil ni que todo sale al ahí se va. En mi casa hay MUCHAS reglas, soy muy firme, esquemática y organizada. También trato de ser práctica sin dejar de ser justa.

Lo que hay de comer es para todos y si a unos no les gusta algo que a otros sí, pues les toca sacrificar. Lo mismo con los horarios y las clases, trato de que todo se haga a la misma hora y en paquete porque ¡no me puedo dividir en 700 mil, jajaja!

ESTAR, ESTANDO
Creo que lo más difícil es estar realmente presente. Yo he sacrificado mucho de mi vida social y profesional por estar con ellos porque creo que los niños con valores, cimientos sólidos y tablas, van a tomar mejores decisiones y tendrán un mejor futuro.

NO TODO ES MIEL
Es muchísimo trabajo y en redes no se ve cuando pierdo la paciencia o cuando se pelean entre ellos. De repente ganas no me faltan de darles una nalgada, pero nunca he llegado a eso.

UN OJO AL GATO
Siempre premio a mis hijos con tiempo a solas conmigo, porque claro que lo necesitan. Cada dos o tres meses me llevo a uno solo, vamos a dejar a los hermanos a la escuela y de ahí me dicen, por ejemplo, “quiero ir a Six Flags”. Desayunamos, nos subimos a todos los juegos y de ahí nos vamos al cine. Me sirve mucho para platicar y ver cómo se sienten, qué les preocupa.

SOLA NO
No sé qué haría sin mi esposo, Mai, que es mi súper partner. Si no tuviera a alguien que fuera un papá tan presente y dedicado 24/7, no me la hubiera rifado a tener tantos hijos. Es un compromiso de mucha paciencia, tiempo y tolerancia para una sola persona.

BYE, MIEDOS
Con Inés tenía pavor hasta de que se enfriara con el aire, pero mi PEOR miedo era la muerte de cuna. Entonces me levantaba cada 20 minutos a ver si respiraba y además le metí un monitor, que suena con cualquier cosita, así que ni dormía. Pero ya con María, la más chiquita, ni sensor usé, ¡me urgía dormir! Igual con la comida, a Inés no le di nada de comer hasta no sé qué etapa y a María, en cuanto el pediatra me dejó darle papillas, le di a probar un Cheeto, jajaja. Vas soltando miedos y agarrando experiencia.