Por qué no te acuerdas de nada cuando te emborrachas

¡Mamá escucho borroso! La ciencia detrás del blackout

¿Sabías que el 35 a 40% de las personas que toman alcohol, han experimentado un blackout?

Eduardo Calixto

Tome que tome alcohol para pasarla bomba en la fiesta y, al día siguiente, no recuerdas nada de nada. ¿Quieres saber qué son los blackouts, por qué se dan y cómo evitarlos? Te lo contamos por qué no te acuerdas de nada cuando te emborrachas.

¿Por qué no te acuerdas de nada cuando te emborrachas?

El alcohol logra llevarte a un efecto agudo en el cerebro: bloquear la memoria. Esto tiene que ver con no poder recordar cosas que pasaron en nuestra realidad en el tiempo que lo estuvimos tomando, es decir, una absoluta incapacidad memorística durante, o después, de tomar tanto alcohol.

Los apagones de memoria no son lo mismo que la pérdida del conocimiento, sino que son la consecuencia de tomar alcohol y solo se da en la unión de recuerdos. Vemos pasar escenas, eventos o experiencias y de repente, sentimos que despertamos sin la capacidad de recordar lo que pasó el día anterior o retener información reciente, aunque aún estemos en el escenario o con las personas involucradas, es la sensación de tiempo perdido, aprensión o angustia por preguntarnos: ¿qué pasó ayer?

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Quienes experimentan estos episodios de blackout son capaces de mantener conversaciones razonables, realizar actividad física y participar en otras más complicadas. Incluso, mientras toman, pueden estar platicando con total lógica, caminar y de repente sentir que se perdieron en el tiempo, algo como pensar después de hacer, en vez de pensar antes de actuar. Este es un síndrome de amnesia global transitoria en el que se desarrolla la incapacidad para retener información nueva. No es necesario estar completamente intoxicado por alcohol para tener un apagón. A ver si este caso te suena familiar:

Raúl está golpeado, con los puños tensos, confundido, su ropa sucia, frente a él se encuentra noqueado en el piso Mario, su amigo, son protagonistas de una pelea. Rodeados de personas que no conoce, algunas incitando a continuar con el pleito físico, unos grabando con sus teléfonos, otros más son solo testigos.

Como si despertara de un sueño, de repente se pregunta ¿qué está pasando?, su último recuerdo fue que Mario y algunos compañeros estaban disfrutando una noche padrísima en un bar, entre risas y anécdotas, y de repente, estaba en una horrible escena de violencia. Todos tomaron sus drinks en esa salida.

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**LOS BLACKOUTS ME SIGUEN**

No a todos los que se echan sus copitas en fines de semana les van a dar estos episodios donde están pasándola bomba y de la nada despiertan en un lugar que ni recuerdan cómo llegaron ahí. Pero, hay algunas características que indican que posiblemente tendrás más de un apagón de memoria:

Desnutrición
Bajo peso y talla
Tomar durante o después de fatigas extremas
Insomnio prolongado
Antecedentes de traumatismo craneoencefálico
Personas que ingieren benzodiazepinas
Consumo constante de marihuana
Mujeres con antecedentes de abuso sexual
Hijos de madres que bebieron durante el embarazo
Poca o nula actividad física

¿QUÉ PASÓ AHÍ?

El alcohol afecta algunas funciones cerebrales a diferentes velocidades, gradualmente el rendimiento cognitivo y de la memoria se afectan de manera diferente por la concentración de alcohol en sangre.

La memoria episódica o de reconocimiento, se ve afectada. El alcohol reduce selectivamente la codificación de los aspectos cualitativos, lo que contribuye a la experiencia de recuerdo. Anatómicamente, tomar alcohol reduce la activación prefrontal derecha (no se reconocen los objetos, caras o nombres), se interrumpe la activación bilateral de los hipocampos, es decir, memoria y registro en serie, se desconectan por completo. En el hipocampo, en especial en el área CA1, los códigos neuronales se modifican, la memoria cambia y no se activan las redes neuronales de captura.

El alcohol tiene diferentes efectos en el cerebro: altera la secuencia de liberación de serotonina, endorfina y norepinefrina, mientras que la acetilcolina incrementa la actividad de la dopamina a bajas dosis. El ritmo neuronal theta, que es un filtro cognitivo, se pierde. O sea que no controlamos ¡ni el equilibrio!

En otras palabras, el alcohol no permite la adquisición de nueva información por lo que el cerebro no consolida lo que los ojos y oídos capturan. Se pueden recordar algunas cosas del pasado, pero de plano ignorar lo más reciente. No hay código de registro, entonces no se interpreta y no se fijan los hechos en nuestra memoria, se viven las experiencias sin dejar huella.

¿CUÁL ME DIO A MÍ?

Hay dos tipos de apagones de memoria:

De tipo completo o “en bloque”, que es la incapacidad total para recordar eventos, no es clara la situación, a veces se da sin el consumo de alcohol.
De tipo parcial o fragmentario, en donde la pérdida de memoria es incompleta y es posible que el recuerdo de algunos detalles llegue con el tiempo.

Una noche de copas, una noche loca

Los blackouts son más frecuentes en la noche y los fines de semana, esto asociado a los factores sociales por el consumo de alcohol en fiestas o reuniones.

Son más comunes en celebraciones como los festejo de septiembre o las fiestas decembrinas.
En jóvenes son más frecuentes, esto puede ocasionar daños neuronales relacionados con el alcohol.
Durante mucho tiempo se pensó que el alcohol tenía un efecto depresor en todo el cerebro. En realidad, solo afecta regiones específicas vulnerables a los efectos agudos del alcohol.

Ya no sufras, entre menos alcohol, mejor: