¿Se te subió el muerto? No te preocupes, aquí te vamos a explicar por qué te está sucediendo esto
Seguro te ha pasado en alguna ocasión… Cuando duermes, ¿has sentido que algo está encima de ti?, ¿deseas poder moverte, hablar, gritar, pedir ayuda o despertar y no puedes?, ¿logras abrir los ojos, pero estás espantadísimo, tenso, sudando y tu corazón late al mil por hora? Te contamos todo sobre la parálisis del sueño y su explicación científica.
Dentro de los trastornos del sueño, la parálisis de este se agrupa en el apartado de las parasomnias. Son conductas anormales que pasan al dormir o están asociadas a la expresión de alguna de las cuatro etapas que pasamos al dormir o al despertar. Lo típico de las parasomnias son que, al quedarnos dormidos, podemos hablar o sentir que caemos al vacío y nos da un sobresalto, esto pasa en las dos etapas iniciales del dormir, conocidas como sueño ligero.
En la tercera etapa están el sonambulismo, los terrores nocturnos y la sexsomnia. También existen algunas asociadas a la última etapa conocida como MOR (movimientos oculares rápidos) que es en la que se presentan los sueños. En condiciones normales, además de mover los ojos teniéndolos cerrados al soñar, se pierde el tono muscular, el cuerpo está relajado y es lo que nos da la sensación de ser ligeros, de volar o de no podernos moversss.
La falta de tono muscular da la sensación de inmovilidad, por eso, en la parálisis del sueño da la impresión de que algo está encima del cuerpo. Durante esta se siente una opresión en el pecho, lo que genera ansiedad y miedo, porque es como si estuvieras dormido y despierto a la vez. Quien lo experimenta, quiere hablar, gritar, pedir ayuda y moverse, pero no lo logra. Y es porque justo quiere despertar sin haber salido de la etapa de sueño MOR, en la que es IMPOSIBLE moverse, ¿te ha pasado?
Se acompaña de otras sensaciones como sentir algo cerca del cuerpo, de la cara o de los pies, también puedes sentir que hay movimiento en la cama, que el cuerpo flota, que se mueven las sábanas o que hay alguien en el mismo lugar, lo cual causa todavía más temorsss.
En nuestra cultura, la gente utiliza la expresión “se le subió el muerto”, porque lo asocia con una presencia maligna, demoníaca o sobrenatural, esto es por creencias y cuestiones culturales.
También lee: Los 10 trastornos de sueño más extraños
Esto tiene que ver con una práctica social común de duelo: cuando muere un ser querido, nos desvelamos durante una o varias noches y al quedarnos dormidos debido a la privación de sueño prolongada, se presenta la incapacidad para movernos. La explicación se basa en el suceso que se acaba de vivir y se interpreta como que quisimos darle un mensaje al muerto o él viene a dárnoslo.
Las personas que trabajan de noche, turnos prolongados o quienes se desvelan con frecuencia son los candidatos perfectos para presentarla, esto explica por qué todas las historias de apariciones o cosas sobrenaturales surgen en estos horarios.
Lo anterior se debe a que con el desvelo se pierde el ritmo normal de las etapas de sueño, oséase que en lugar de soñar a los 90 minutos después de quedarse dormido, se entra rápidamente a la etapa MOR provocando sueños intensos que se sienten súper vívidos.
La parálisis del sueño tiene solución. En términos de prevención y tratamiento, lo mejor es tener horarios regulares para acostarte en un rango de ocho horas o bajarle al consumo de tabaco y alcohol antes de irte a la cama. Si con todo esto, sigues con los síntomas o duermes de más, ve con un especialista en trastornos del sueño para tratar las alteraciones al dormir que hacen que “se te suba el muerto”.
Ahora que ya sabes TODO sobre la parálisis del sueño, cuéntanos, ¿cuántos de estos síntomas has tenido?
También lee: ¿Qué son los sueños vívidos? Guía para detener el terrorsss
¿Te gustó esta nota? Califícala
Alejandro Dumas 241 / Col. Polanco-Reforma / CP. 11550 / CDMX. / Teléfono: 9126 2222
© Todos los Derechos Reservados de Media Marketing Knowledge Group www.mmkgroup.com.mx
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético.