Mamá normal o narcisista

La relación con la madre es la relación más importante y de mayor impacto en nuestra vida. El papel de la mamá en la casa, su forma de educarnos y, en general, todo lo que pasa entre una madre y sus hijos la hacen, por mucho, una relación compleja, llena de raspones y de un alto impacto en la formación de nuestra personalidad.

Hoy, nuestra sociedad todavía hace del cuidado de los hijos algo casi exclusivo de la madre (y de las mujeres). Y aquí es donde la cosa se pone fea, porque es muy difícil que alguien sea todo lo que tiene que ser como madre.

¿ALGUNA VEZ SERÉ SUFICIENTE?

Hay que entender que su incapacidad de mostrar amor y nutrir a sus propios hijos viene justo de lo que ellas vivieron con sus madres. Muchas, por eso, se convierten en mujeres narcisistas. El narcisismo es la exageración de la admiración hacia uno mismo. 

Para las mujeres es más difícil que para un hijo hombre lidiar con una madre narcisista, la hija de una madre narcisista enfrenta una lucha única que sus hermanos varones no comparten. Una madre narcisista ve a su hija, más que a un hijo, como un reflejo y extensión de sí misma, no como a una persona con identidad propia. La madre presiona a la hija para que actúe y reaccione de la forma exacta que mamá lo haría. Por lo mismo la hija vive buscando ganar el amor y la aprobación de la madre.

CARACTERÍSTICAS DE UNA MADRE NARCISISTA

• Tiene un sentido enooorme de autoimportancia; exagera logros y talentos, espera ser reconocida como superior
  
• Cree que es “especial” y solo debe asociarse con personas que sean también de estatus alto, personas especiales. Solo ellos la entienden y si cree que alguien es “inferior”, lo trata como tal 
• Requiere admiración y agradecimientos excesivos, es esa madre que siempre demanda que le agradezcas, alabes y aprecies tooodo lo que ha hecho por ti 
• Se aprovecha de otros para lograr sus fines y solo tiene “amigos” que le sirvan para algo 
• Carece de empatía, no reconoce ni se identifica con los sentimientos o necesidades de los demás. No te dan ganas de platicar con ella porque corrige todo lo que le dices 
• O le tiene la peor envidia a otros o jura que los demás la envidian. Es la clásica que dice que no tiene amigas mujeres porque todas le tienen envidia. La clásica que dice “medio en bro- ma” que sus hijas no llevan a sus novios a su casa porque temen que se enamoren de ella

PUES LE DEJO DE HABLAR Y YA

No es tan fácil. Esta relación madre-hija tiene mucho que ver con la forma en que elegimos pareja y otras relaciones cercanas. Quizá tú también tienes un trastorno narcisista por seguirla a ella (si es así, acéptalo y busca ayuda para no repetir el patrón) y si no, es probable que te relaciones con parejas narcisistas.

La cuestión es que hemos vivido los embates de la madre narcisista por tanto tiempo que creemos que esta es la forma normal de amar, si tu madre te trata así, por qué pensarías que el amor es diferente. Entonces es natural que repitamos esta forma de relacionarnos.

¿Cómo sanar?

1. Acepta las limitaciones de tu madre y vive el duelo de no haber tenido la madre que querías
2. Sepárate psicológicamente de ella y reconoce los mensajes negativos que le absorbiste
3. Desarrolla e identifica tu propia identidad, sentimientos y deseos
4. Aprende a lidiar con tu madre de una manera diferente, más sana… Para esto quizá necesites ayuda profesional por un rato
5. Trabaja para reconocer tus propias características narcisistas para que no se las pases a tus hijos

Basado en el libro: Will I ever be good enough? Healing the daughters of narcissistic mothers de Karyl McBride, Ph.D.