No necesitas de nadie para pasártela genial en estas fiestas, aquí te contamos como hacerle.
Llegaron las fiestas y todo mundo cree que es pura diversión y encuentros llenos de felicidad, pero para muchos es la peeeor época del año, sobre todo para quienes sufren de depresión, tratar de controlar sus emociones cuando todo se supone que es amor y lágrimas de felicidad, puede ser un infierno. Si eres uno de esos, te ayudamos a sobrevivir a la Navidad si estás triste para que llegues bien hasta los tamales.
Llena muy bien tu calendario con las fechas en que verás a la familia y amigos, cuándo tienes compromisos la chamba y también cuándo vas a descansar. Asegúrate de seguir con tu rutina lo más normal posible y no aceptes planes de última hora si sientes que te van a alterar mucho.
En la medida de lo posible, trata de cuidar tu salud mental manteniéndote fuera de las broncas de cada Navidad. Si sabes que te van a hacer preguntas incómodas, prepara tus respuestas para que no te agarren desprevenido. Contesta ambiguamente con un “entiendo, pero no es el momento” o simplemente vete a lavar platos a la cocina y evita el tema.
Sabemos que tener que ver a alguien que se la pasa corrigiéndote todo el tiempo no es lo más placentero, pero siempre tienes un primo o una abuela que te ayuda a sentirte mejor. Pégate a ellos ya si de plano no hay nadie, siéntate en la mesa de los niños o ve a jugar con las mascotas. ¡Enfócate en las personas buenas, esas que te dan paz con su sola presencia!
Es difícil cuando tienes muchos compromisos sociales como la chamba y demás actividades, pero entre menos duermas, más posibilidades tienes de sufrir de depresión y ansiedad. Trata de reservar algunos días a la semana en los que no tengas ningún compromiso y duérmete a una hora que te permita dormir de siete a ocho horas diarias.
Seamos sinceros, ver a tus amigos en sus sesiones de fotos con sus hijos y con toda su familia cuando tú no te hablas con tu mamá, puede hacerte sentirte fatal, como que eres el único que no se la pasa bien. Si te sientes triste y solo cuando entras a Facebook, evítalo y mejor ponte a ver una película de miedo o algo que no te haga sentir más tranquilo.
Vete a la naturaleza para llenar tus pulmones de aire fresco y que tus ideas se renueven. Busca una causa benéfica a la cual donar, ayudar a otros genera endorfinas y nos hace sentir bien. Invéntate una nueva tradición, ya sea decorar con tu roomie el árbol de navidad o un desayuno con tus primos con los que sí te llevas, el chiste es crear nuevos recuerdos.
Libérate de todos los compromisos a los que no quieras ir, presentarte a fuerzas en un lugar no te va a traer nada bueno. Haz tus propios regalos, acuérdate que hacer manualidades relaja el cerebro.
Y con enero llega la cuesta, las crudas y los kilos de más que tú no vas a sufrir tanto. El chiste es que le busques el lado bueno a las cosas y te olvides de ser la víctima. Tener un plan te ayudará muchísimo a que no te jale el hoyo negro de las coronas navideñas. Y disfruta lo que sí puedas.
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