Deja ir de una vez por todas eso que no te deja avanzar
Enfócate en lo que sí es real
Si te la vives rumiando sobre lo que no hiciste, pensando en qué fallaste, o si pudiste haber hecho algo mejor ¡Paaaara!
Estancarte en el pasado es la manera fácil de distraerte del presente, de disfrutar y de ser feliz, porque generalmente romantizamos lo felices que éramos antes.
Lo que viviste en la escuela, con tus amigos de la prepa, lo bonito de una relación, pero generalmente filtras lo difícil, lo incómodo y lo feo. Entonces, no te dejes engañar por tu mente.
Ríndete, no puedes saber cómo habría sido
Suelta el control, la decisión correcta, siempre es la que tomas, porque es la que vas a vivir, nuuunca vamos a saber cómo hubiera sido si hubieras tomado otro camino. Detente, analiza, aprende, pero siempre tienes que seguir adelante cuando te hagas consciente para detenerte cada vez que te encuentres lamentándote por el pasado.
¿Lo mejor? Lo que aprendiste
Enfócate literalmente en los hechos, no en las emociones.
Atraviesa por un recuerdo doloroso y piensa sobre los hechos, no tu angustia. Recuerda dónde estabas sentado, lo que estabas haciendo, quién estaba ahí y lo que te pasó. Luego considera las lecciones que aprendiste al sobrevivir ese momento o experiencia dolorosa. Algunas de las mejores lecciones pueden aprenderse solo en momentos así de difíciles.
Así que, ya sea que escribas en un diario o revivas la historia en tu mente, practica pasar por cada uno de los detalles como si fueras un narrador. Hacer esto algunas veces puede ayudar a quitarle el dolor emocional a la experiencia.
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