Salud mental
Por: Berenice Villatoro
¿Ya tienes hasta el gorro a tu significant other por querer limpiar toda la casa en domingo? Podrías tener productividad tóxica
Si eres de los que tiene una obsesión constante por mantenerse ocupado y ser eficiente, incluso a costa del bienestar físico, emocional y mental, es posible que sufras de productividad tóxica.
Pa’ que te des una idea de lo que se trata, esto se manifiesta cuando sientes culpa o ansiedad por descansar, desconectarte o no cumplir con estándares autoimpuestos de rendimiento. Esta mentalidad puede llevar al agotamiento, la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional, y la disminución de la calidad en el trabajo. Afortunadamente, especialistas de la Universidad de Harvard, ha realizado estudios sobre este fenómeno.
Especialistas como Natalie Christine Dattillo, psicóloga de la Facultad de Medicina de Harvard, ha dicho que “la productividad se vuelve tóxica cuando te sientes presionado a ser productivo en todo momento y priorizas tu lista perpetua de tareas pendientes a expensas de tu bienestar”.
Para evaluarte, y entender si estás atrapado en este bucle, varias entrevistas que han dado algunas señales que pueden indicarte que tienes una productividad tóxica. Te las dejamos en esta lista:
Si dijiste que sí a todo, es posible que este problema te haya llevado más allá de los límites de la cordura, no sólo en tu casa, también en tu chamba, y estás sacrificando tu bienestar.
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Esta cultura puede reducir la moral de las personas, aumentar el agotamiento y llevar a un mayor ausentismo en el trabajo, o incluso que ya nadie te quiera ni ver por estar haciendo mil cosas al mismo tiempo. Por eso te urge saber cómo cambiar tu mindset.
Es fundamental definir horarios específicos para trabajar y desconectarse. Evitar revisar correos electrónicos o atender llamadas fuera del horario laboral ayuda a proteger el tiempo personal y reduce el riesgo de agotamiento.
Tomar descansos regulares durante la jornada laboral mejora la concentración y la productividad a largo plazo. Además, garantizar un descanso adecuado durante la noche es clave para rendir de manera efectiva al día siguiente.
Cambiar la mentalidad de “hacer más es mejor” por “hacer mejor es suficiente” es crucial. Prioriza tareas que aporten valor real y establece objetivos claros y alcanzables. Esto evita la sobrecarga de trabajo innecesaria y permite concentrarse en resultados significativos, en lugar de simplemente cumplir con una larga lista de pendientes.
Hablar con los supervisores o compañeros sobre la carga de trabajo, los plazos y las expectativas ayuda a prevenir malentendidos y reduce la presión innecesaria.
Reconocer que no siempre se puede estar al 100% y que el descanso también es productivo es esencial para mantener un equilibrio saludable. Dedica tiempo a actividades que te recarguen emocional y físicamente, como el ejercicio, la meditación o los pasatiempos.
Ser amable contigo mismo cuando no logras cumplir con todas las expectativas ayuda a reducir la culpa asociada con la productividad tóxica y promueve una mentalidad más sostenible.
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