¿Qué son los pensamientos intrusivos y cómo frenarlos?

Los pensamientos intrusivos parecen atascarse en la mente, causando angustia y ansiedad, además de ocurrir con frecuencia. Pero debemos recordar que no son mensajes de advertencia, son simplemente pensamientos, y su poder depende del significado que les damos.

Los pensamientos no tienen una causa determinada, algunos vagan por el cerebro y luego, con la misma rapidez, salen. Pero los intrusivos duran más y con frecuencia regresan. En algunos casos, son el resultado de una condición de salud mental como TOC o PTSD, por lo que expertos recomiendan que la mejor manera de manejarlos es reduciendo la sensibilidad al pensamiento y su contenido. Te recomendamos seguir estas estrategias:

Terapia cognitiva conductual (TCC): es una forma de hablar sobre pensamientos angustiantes con un experto en salud mental. El terapeuta te ayudará a hablar sobre tus pensamientos intrusivos para que puedas desarrollar respuestas saludables. En algunos casos se recomienda utilizar medicamentos recetados por profesionales para ayudar a equilibrar los químicos en el cerebro.

Autocuidado: Es importante reconocer que solo son pensamientos, puedes aprender a etiquetarlos cuando suceden y reconocer que no son lo mismo que la intención o el comportamiento.

Para diagnosticar los pensamientos intrusivos, el primer paso es hablar con un profesional, para revisar tus síntomas e historial de salud. A través de sesiones de terapia podrás descubrir los pensamientos cuando ocurren y cómo responder a ellos.

Los pensamientos intrusivos son poderosos porque se “pegan” a la mente, tenerlos no siempre significa que se tiene un problema. Son, como tantos otros pensamientos que tienes en un día. Si notas que empiezan a interferir con tu vida cotidiana, busca a un especialista. Recibir tratamiento puede ayudarte a reducir tu sensibilidad a los pensamientos y reaccionar de mejor manera si ocurren.