Que si no bajé los kilitos de más, pero que si no ahorré ni para los regalos... Aquí te decimos qué hacer con tus metas no cumplidas.
El año se está terminando, las hojas del calendario ya están a punto de acabarse (igual que tu paciencia con el 2024), y ahí están: tus metas no cumplidas, mirándote fijamente como si fueran el vestido que compraste para cuando “bajaras de peso”. Pero, ¡calma! Antes de entrar en modo drama, es hora de hacer algo más productivo que auto-sabotearte comiendo helado directo del bote. Así que te urge leer lo que Mario Guerra, psicoterapeuta, nos cuenta sobre qué hacer con tus metas no cumplidas.
También lee: Thank u next: Hacks para cerrar ciclos
Lo que ya no hiciste es un reflejo de tus luchas internas, y las circunstancias imprevistas que a tooodos nos pasan de una u otra forma, así que no sólo son tus sueños, también cosas que sí tenías que hacer y por algo no lo lograste.
“No se trata únicamente de áreas pendientes o propósitos, también pueden ser deseos personales o cómo mejorar la salud, hacer más ejercicio, comer menos sal, y cuando empieza el año sentimos que todo está por delante”, indica.
Para Mario Guerra, esto es muy común, no creas que eres el único que no logró sacar sus metas adelante, así que te toca reconocer que no lo lograste, pero que tienes toda la intención de reparar tus fallas. Así que aquí te decimos qué hacer con tus metas no cumplidas.
La procrastinación es ese loop infinito donde dices “ahorita lo hago” pero terminas en TikTok, viendo memes o revisando la misma notificación 20 veces. Es como si tu cerebro boicoteara tus planes y te convenciera de que maratonear series o limpiar el refri es súper urgente.
“A veces puede deberse a la ansiedad de hacer una tarea muy grande, lo que nos lleva a evitarla o a dedicarnos a hacer otras cosas menos importantes, pero que sí logras en el corto plazo”, revela.
También lee: Libros para cerrar ciclos, ¡Dale vuelta a la página!
Generalmente, al inicio del año, nos ponemos ideas en la cabeza que son mega claras, o lo que es lo mismo, tenemos el qué, pero el cómo lo dejamos a un lado.
“Muy frecuentemente establecemos metas que son demasiado vagas, como tener una vida más sana, o querer ser feliz, o pueden ser muy ambiciosas pero que no tienen un plan claro para alcanzarlas, y si tienes el deseo, pero no sabes el camino, esto se puede volver algo muy abrumador”, dice.
Aquí si no hay mucho que decir, la realidad es que si quieres ahorrar y te la pasas diciéndote “no lo voy a lograr”, pues claro que lo vas a dejar, pero si piensas “este año sí lo haré”, es probable que lo logres.
“Es un temor que puede paralizarnos, pero si somos perfeccionistas o tenemos una autoestima baja, te puede dar mucho miedo a equivocarte, o a no cumplir con las expectativas”.
También lee: Libros de autoayuda para salir adelante ¡Luz al final del bache!
Hay algo que es importante que tengas en la mente, y es que en ocasiones queremos hacer cosas para las que no tenemos dinero para lograr, así que si este es el caso, primero investiga cómo conseguirlo antes de entrar a tu meta.
Las metas no cumplidas no son un certificado de “soy un desastre”, son una oportunidad para aprender. Pregúntate, ¿esa meta era realmente importante para ti o la pusiste porque sonaba cool en enero? Si no tenía sentido, bye. Y si es algo que quieres cumplir, este año puedes volver a intentarlo.
Revisa qué pasó. ¿Fue falta de tiempo, disciplina, apoyo o simplemente porque la vida pasó? Entender el por qué es la clave para no repetir el ciclo el próximo año. Eso sí, no uses esta introspección para darte látigo emocional, usa lo aprendido como un mapa para ajustar tus planes.
También lee: Metas 2.0: Apps para que cumplas tus propósitos este 2024
¿Tu meta era correr un maratón, pero lo más cerca que estuviste fue correr por el café? Tal vez no necesitas una meta tan grande. Divide ese maratón en pequeñas carreras, como trotar 10 minutos al día. En serio, no necesitas hacer todo de golpe, no somos máquinas.
Aunque no tachaste esa meta gigante de tu lista, ¿qué cosas pequeñas lograste? Quizás no leíste los 12 libros que planeaste, pero leíste 5 buenísimos. ¡Eso también cuenta! Celebra cada micro logo porque también vale oro.
Lo que no fue, no será… por ahora. Eso no significa que estés fallando en la vida, significa que puedes replantear, reorganizar y reintentar. La clave está en no clavarle tanta expectativa a las metas, sino disfrutarlas como un proceso.
Cierra el ciclo con gratitud. Al final, lo que realmente importa es que sigas moviéndote hacia adelante, incluso si a veces el camino incluye tropiezos. Cuéntanos en nuestras redes sociales, ¿cómo haces para lograr tus metas cada año?
También te podría interesar:
¿Te gustó esta nota? Califícala
Alejandro Dumas 241 / Col. Polanco-Reforma / CP. 11550 / CDMX. / Teléfono: 9126 2222
© Todos los Derechos Reservados de Media Marketing Knowledge Group www.mmkgroup.com.mx
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético.