¿Por qué no te hace feliz lo que pensabas que sí?

En The Psychology of Science, Abraham Maslow dice que es tentador pensar que, si la única herramienta que tienes es un martillo, puedes tratar cualquier cosa como si fuera un clavo, es de ahí que surge la falacia del martillo de oro y estás siendo víctima de esto cuando piensas que las cosas se arreglarán después. 

Cuando logres lo que anhelas, esforzándote más, dejando de lado el presente. Por ejemplo, cuando asumes, que la felicidad va a llegar cuando termines la escuela, cuando tengas un mejor trabajo, cuando compres una casa, cuando te cases, cuando te vaya mejor económicamente, etc, etc. 

Asumiendo que sí o sí la vas a armar en la vida cuando cumplas estas “metas”, esto pasa porque en el pasado esta estrategia te funcionó de cierta forma, o porque el entorno te lo exige. Y entonces te propones perder peso, tener pareja, comprar una casa, poner un negocio y lo persigues sin analizar si realmente es lo que quieres.

Entonces lo logras, le das ese poder y te das cuenta que no era realmente lo que esperabas, lo que querías, ni lo que anhelabas y te dejaste ir como piloto automático.

Esto es más común de lo que crees, a todos nos ha pasado pero no dejes que esos anhelos o expectativas tanto tuyos como de otros dirijan tu vida.

Es fundamental cuestionarte, conocerte y escuchar tus propios deseos y necesidades sin cumplir expectativas ajenas.

¿Cómo lo logro?

• Pregúntate si lo que haces hoy es parte de lo que quieres hacer después
• Acepta tus necesidades actuales y aprende a priorizarlas
• Haz cosas nuevas, conoce gente nueva, toma riesgos
• Las personas flexibles y adaptables son las más felices, trabaja en eso
• Pierde el miedo a equivocarte