Lo que debes hacer para dejar de vivir en pausa

Los proyectos de vida, los lugares que vamos visitar, las experiencias que vamos a vivir, los nuevos aprendizajes, las metas económicas, todos esos sueños y anhelos que tenemos son una parte fundamental de la vida. Tener una ruta y encaminar tus esfuerzos hacia lo que queremos lograr nos da rumbo, estructura, estabilidad, esperanza, enfoque, ilusión, etc. Tener sueños y metas nos trae una serie de beneficios que difícilmente nos da otra cosa. Claro, hay momentos donde tenemos que posponer y ser sensatos (como en una pandemia), pero otra cosa es poner tu vida en completa pausa todo el tiempo.

Pa’ sentirse vivo

Sentir que podemos, que somos capaces, aspirar y cumplir nuevas metas, tener ideas que nos inspiren y nos den rumbo es casi una cuestión de vida o muerte. Todos hemos experimentado la felicidad que es cumplir con sueños que nos hemos planteado a lo largo de la vida, cosas que en algún momento visualizamos y que por no pudiste vivir. Esa experiencia es la mejor forma de describir la felicidad. Momentos donde sabes que puedes alcanzar metas y tienes la fuerza de la congruencia.

Sueños pandémicos

Muchas de estas personas siguen en estado de shock, que es perfectamente normal por la situación, pero a la fecha no han podido retomar su vida y han perdido todo rumbo. Entonces dicen: “ahora que termine la pandemia voy a viajar, voy a bajar de peso porque ponerte a dieta en pandemia es imposible, ahora que termine la pandemia voy a tener novio, voy a salir adelante económicamente, voy a hacer ejercicio”. Ahora que pase, ¿y si no pasa? ¿Y si se tarda (todavía más)?

Muchas personas están esperando la vida que pusieron en pausa cuando todo esto empezó pero, ¿si esa vida jamás regresa? Y lo más probable es que no. El mundo cambió y debemos adaptarnos a esta nueva vida y volver a poner nuestro corazón en nuevas metas que se adapten a esta realidad y no esperar que la vida regrese. 

No culpes a la… pandemia

Hay personas que son especialistas en ponerle pausa a su vida, con cualquier pretexto rompen la dieta: “es que viene el Super Bowl y va a haber pizza”, “es que hace frío y no puedo salir a correr”, “es que ahorita no puedo poner el negocio que tenía en mente por la crisis”, “es que ahorita no se puede conocer a nadie”. A los amigos del “es que” la pandemia les dio un pretexto más pero la verdad es que ya venían desde hace meses (o hasta años) postergando sus planes.

Es muy cómodo encontrar pretextos para todo lo que anhelas. Somos muy autocomplacientes y nos permitimos hábitos autodestructivos que nos bajan la autoestima al suelo, porque una persona que no trabaja en lograr sus metas y está esperando a que los vientos sean favorables para que algo pase, le tiene miedo a la vida y en el fondo no quiere salir de lo conocido. No vaya a ser que fracase.

Nos atrapamos a nosotros mismos cuando no confiamos en que tenemos las herramientas para sostener nuestros sueños, nos atrapamos a nosotros mismos cuando estamos esperando que los cambios vengan de afuera y no de adentro, nos atrapamos cuando pasan los años y seguimos con el mismo peso, las mismas quejas, el mismo lugar y los mismos vacíos, porque siempre hay un buen pretexto y el de hoy se llama pandemia. 

No te permitas eso, todo lo que soñamos tiene un poderoso porqué, es probable que no seas muy consciente de esto, pero esa meta es parte de tu crecimiento, y sí, hoy es más complejo, pero sin duda esto te permitirá aumentar tus recursos, fortalecerte y crecer.

Si lo pensamos bien, la mayor parte de cómo vivamos nuestras vidas está en nosotros. Eso nos da poder, pero viene con responsabilidad de hacer y eso no siempre nos gusta. Y es que vivir en pausa es muy cómodo y seguro, pero justo así, ¡es como se nos va la vida!

Hazte estas preguntas, contesta con sí o no y checa si te la vives esperando:

• ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que no cumpliste una meta? ¿Tienes las mismas metas de siempre a las que sueles no llegar?
• ¿Siempre tienes una razón para dejar tus metas sin cumplir?
• De las metas que no pudiste cumplir en el 2020, ¿tenías todo para hacerlo? (Por ejemplo, para un viaje, ¿habías ahorrado, reservado y pedido días?)
• ¿Tu mayor sueño depende de que algo más se cumpla?
• ¿En el fondo piensas que una o más de tus metas, son imposibles? ¿Sientes que has estado cerca de cumplir tu meta y alguien o algo se ha interpuesto?
• ¿Llevas muchos años con los mismos propósitos de año nuevo? ¿Has logrado algunas de tus metas y en poco tiempo retrocedes?
• ¿Te dejaste de poner metas y decidiste que las cosas sean como vengan?