Si te atiborras de antigripales, laxantes, analgésicos, antibióticos y demás sin prescripción, puedes terminar con gastritis aguda, dolores de cabeza o insuficiencia renal
Todos tenemos alguna tía que en el fondo de su ser es doctora frustrada, que se sabe el nombre de los chochos mejor que los pasajes bíblicos o que tiene de centro de mesa el PLM o el Vademécum (esos libros gordos con información para recetar).
Tal vez no solo tienes una tía con instintos de enfermera, sino que tú mismo los tienes. Echarte un painkiller de vez en cuando está bien, pero si todos los días te recetas una pastillita ante el síntoma más leve, estás en problemas.
No, no te justifiques con que eres un achacoso, el 75% de los adultos de todo el mundo sintió alguna molestia física en la última semana, pero si por cada dolor de uñaas tuvieras que tomar una pastilla, sería el cuento de nunca acabar. El uso continuo de medicamentos sin prescripción puede ser señal de que eres un hipocondríaco -y que más bien necesitas terapia- o de que ya desarrollaste una adicción.
CEREBRITO ADICTO
El cerebro de las personas adictas funciona de la misma manera sin importar a lo que son adictos. You name it: drogas, azúcar, sexo, apuestas, deportes o medicamentos. El punto es que estas personas tienen niveles mucho más bajos de dopamina, y el puro hecho de pensar en la sustancia a la que son adictas activa esa poquísima dopamina que queda en su sistema cerebral. Por ejemplo, si tienes hambre y se te antoja un jugoso rib eye, empiezas a sentir el placer que te dará antes siquiera de pedirlo. Así de poderosa es la dopamina, y si nos remontamos a las épocas de los cavernícolas, necesitábamos estímulos así de tentadores para asegurar la reproducción de la especie.
El problema es que ya no necesitamos estos mecanismos y estas conductas del cerebro nos terminan causando una ansiedad terrible si no conseguimos el chocho, el trago, el cigarrito.
Y NO LO QUITAN LOS CHOCHOS…
Las pastillas preferidas de los pill junkies son los analgésicos. Su uso continuo puede causar gastritis severa, insuficiencia renal o dolores de cabeza, provocados por el abuso de la sustancia. Otras medicinas que se usan mucho sin el visto bueno de un doctor son antigripales, laxantes y unos que merecen mención aparte: los antibióticos. El uso sin control y exagerado hace que las bacterias muten y se hagan más resistentes. Dirás que es difícil abusar de los antibióticos, pero seamos honestos, desde que no los venden sin receta han proliferado una cantidad de “doctores similares” que por 30 pesos te recetan la farmacia completa. Las consecuencias que esto tiene para tu salud no se resolverán en el consultorio de una botarga.
Es muy diferente ser un hipocondriaco a atascarse de medicinas fuertes (un tafilito porque qué ansia) que sirven para tratar enfermedades serias. Si ya estás en estos niveles ¡aguas! porque lo más seguro es que tengas un problema de adicción.
¿SERÉ UN PILL JUNKIE?
1. ¿Cuántos síntomas físicos molestos tuviste durante la última semana?
2. ¿Cuántos medicamentos no prescritos por tu médico tomaste en la última semana?
3. ¿Cuántas medicinas guardas en tu bolsa o en el cajón de tu escritorio?
HAY SOLUCIÓN
¿Te está cayendo el veinte de la adicción? Empieza con esto y corre con un especialista.
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