El que sabe todo y lo que no, lo inventa. Ese que mucho habla y poco demuestra, puede ser víctima del efecto Dunning-Kruger.
Probablemente conoces a alguien que a simple vista se le nota que tiene el don de la palabra y que aún peor, se cree el mejor en TO-DO. Es casi seguro que tu respuesta sea un sí rotundo o que incluso seas tú esa persona que cree ser la mejor en algo, pero estás muy, pero muy lejos de serlo. Aquí te decimos cómo detectar el síndrome de Dunning-Kruger pa’ que no caigas en más mentiras.
El nombre pegajoso de este efecto fue gracias a los psicólogos David Dunning y Justin Kruger, pues se encargaron de evaluar, en varios grupos, las habilidades de gramática, humor y lógica, y encontraron que los participantes que salieron con menor puntaje son los que creían haber salido más altos en calificación. Este síndrome, consiste en creer que se es mucho mejor en algo de lo que realmente es y ver a los demás como menos competentes de lo que son.
A la persona que vive en carne propia este efecto, le cuesta un montón de trabajo entender por qué a otros se les da reconocimiento en lugar de obtenerlo él mismo, oséase que pa’ pronto cree fervientemente que es mucho mejor que cualquiera a su alrededor.
Pero espérame una cosa, TODOS podemos tenerlo y además no es taaan fácil detectarlo. Precisamente el gran punto ciego, y el que juega en contra, es no saber que no sabe, suena como trabalenguas, ¿verdad? Cuando alguien no es experto en algo que dice ser, le puede resultar más que difícil ver sus propias fallas o errores en todo lo que dice, pues lo que necesita es tener un poquito más de conocimiento en el tema o habilidad para reconocer su incompetencia.
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