Leerle un cuento a tus hijos no tiene por qué quedarse en una típica escena de película. Hacerlo te ayudará a crear un vínculo más fuerte con ellos
Más de una vez hemos escuchado a papás decir que sus hijos pasan mucho tiempo frente a una pantalla, pero en tiempos de encierro, ¿qué podrían estar haciendo? ¡Leer! ¿Y qué se puede hacer para sembrar en ellos el interés por los libros? ¡Pues leerles!
De hecho, desde el embarazo puedes hacerlo y empezar a meterles el gusanito de la lectura. Los fetos desarrollan el sentido del oído desde los tres meses de gestación, por eso, asegura la psicopedagoga Diana Arreola, con la lectura en el embarazo empiezan a relajarse o activarse con la voz de su mamá. La recomendación es que el texto sea sencillo, rimado y con cierta musicalidad para que el bebé, aunque no lo entienda, sí lo siga.
Te conviene y le conviene
Hace tiempo la American Academy of Pediatrics publicó un estudio sobre los veneficios de leerles a los niños, incluso sugieren que en toda la atención pediátrica básica se incluyan acciones que promuevan la lectura, porque los ayuda muchísimo. Una edad más temprana de iniciación a la lectura en voz alta a un niño se asocia con:
Por dónde empezar
A partir de que cumpla cuatro años puedes llevar a tu hijos a la sección infantil de una librería para que escoja la portada que más le llame la atención, el chiste es compartir la experiencia completa. Cuando son chiquitos, la recomendación es comenzar con cuentos cortos que utilicen rimas para favorecer en el cerebro la “conciencia fonológica”, que se traduce en la capacidad para utilizar sonidos en el lenguaje hablado. Esta habilidad es la base para aprender a leer, por lo que entre más pequeños la adquieran, mayor facilidad tendrán al momento de iniciar con la lectura.
Siempre, siempre, el mismo
Seguro tu hijo sieeeeeempre quiere que le leas el mismo cuento una y otra vez y aunque tú te empeñes en cambiar de historia o de libro la criatura sigue aferrada. Esto tiene un porqué y debes respetarlo. Muchas veces los niños proyectan sus deseos a través de las historias, y es que los niños no tienen mucho control sobre sus vida, pero esto, que ya es conocido, les da la sensación de seguridad, de saber lo que viene.
Por ejemplo: los niños introvertidos disfrutan ver como los superhéroes adquieren poderes y luchan contra el mal o vencen temores como a ellos les gustaría vencer. La memoria se estimula a través de la repetición, así que sigue leyendo su libro favorito hasta que esté listo para cambiar de historia.
Cómo le hago
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