Salud mental
Por: Maite Anton Estevez
No eres el único que siente que no puede ser feliz y, para cambiar ese chip, primero debes identificar qué es lo que no te deja serlo.
Te pasa que te sientes triste sin saber por qué y en tu mente solo da vueltas la frase,”tienes todo para ser feliz”, pero simplemente no lo eres y eso te frustra cañón. Este fenómeno ha sido estudiado por años y se ha detectado que existen ciertos patrones que obstruyen ese camino para sentirnos bien, por eso te compartimos estas 5 cosas que no te están dejando ser feliz y sobre todo, que sí puedes modificar.
Las personas con una baja tolerancia a la frustración tienen una incapacidad emocional y una tendencia muy marcada a estar todo el día de malas. Suelen ser impulsivos, impacientes y muy exigentes, ¿te suena? Te recomendamos no dejarte llevar por las emociones intensas como la tristeza o el enojo. Si sientes esta intensidad, aíslate un momento, respira y, cuando estés más tranquilo, investiga qué es lo que te ha hecho sentir así.
Hoy en día tenemos un exceso de atención y no nos permitimos reconocer al otro, cayendo en la trampa del ego, “solo yo tengo la razón”. Para salir de esto es súper importante realizar una autovaloración y sobre todo, darnos cuenta de que es el ego quien habla por nosotros.
Qué difícil es tener el corazón roto… Las relaciones no siempre funcionan y es muy difícil ser felices si no superamos una ruptura. Los expertos dicen que es útil conocer las etapas del desamor: el duelo, la desorientación vital, el drama y el victimismo. Cuando las identificas, es más sencillo salir de ellas y ser más compasivo contigo. Tip: no tengas miedo de explicarle a la gente cómo te sientes, eso les ayuda a entenderte.
Cuando somos pequeños, aprendemos inconscientemente a relacionarnos con las demás personas gracias a nuestra familia. Por eso es tan fácil repetir patrones sin darnos cuenta. Lo mejor es, primero, identificar ese patrón y segundo, poner un poco de distancia con esos familiares tóxicos.
Cuando nos esforzamos todo el tiempo por ser reconocidos por los demás, no nos damos la oportunidad de celebrar y aplaudir nuestros éxitos. Deja de ser tan rudo contigo mismo. Es necesario tomarnos el tiempo de reconocer nuestros esfuerzos y recordar que cada persona tiene un proceso diferente, no estás compitiendo con nadie.
También te podría interesar:
Por: Maite Anton Estevez