La casi extinción de casi todos los primates

No hay ningún lugar del mundo donde no puedas ver un primate. Solo necesitas pararte frente a un espejo.

Con las otras 504 especies de primates que viven actualmente compartimos no sólo cientos de similitudes biológicas, la historia evolutiva, ni el planeta mismo, también compartimos problemas. O más bien les causamos problemas.

Aproximadamente 60% de las especies de primates están en riesgo de extinción y el 75% con poblaciones en merma, debido sobre todo a nuestros estilos de vida que no parece que vayan a cambiar. Es difícil imaginarse cómo las decisiones que hacemos en la ciudad, alejados por miles de kilómetros de cualquier simio o macaco, tienen un verdadero impacto en esos animales. Pero aunque cueste trabajo imaginarlo, así es como realmente sucede.

En un reciente análisis sobre el riesgo de extinción de primates y sus causas y tendencias, se evaluó que uno de los factores más importantes en esta masacre generalizada son los mercados globales. Es decir, productos que se extraen de un lugar y se usan por todo el mundo. Por ejemplo, el aceite de palma.

Este aceite se utiliza en muchísimos productos, desde chocolates hasta detergentes, lápices labiales, helados, champú, etc; casi todo lo que dice que contiene “aceite vegetal”, tiene aceite de palma. La producción de aceite de palma ocasiona la tala de bosques de palma en el sureste asiático, donde viven muchos primates, entre ellos los orangutanes, uno de nuestros primos más cercanos en grave riesgo de extinción.

Los productos que consumimos contienen más que ingredientes y componentes. El aceite de palma es un ejemplo de una lista enorme de cosas que tienen impactos en la vida de los primates, incluidos los mismos seres humanos.

Como en muchas otras cosas, los primates nos sirven como un espejo. Si bien la humanidad no está en extinción, sí estamos pasando por varias crisis que afectan nuestras vidas; como siempre, las vidas de algunos se afectan mucho más que la de otros. La pobreza, desigualdad de género, industrialización, consumismo, corrupción, y malos gobiernos son las causas de raíz tanto de la extinción de los primates como de el sufrimiento y muerte de muchos seres humanos.

Hay que tener en cuenta el impacto global que tiene nuestro estilo de vida. Solemos desestimar problemas sólo porque no vemos que están ocurriendo, aunque también hay veces que los tenemos frente al espejo y tampoco nos damos cuenta.

Referencia

Impending extinction crisis of the world’s primates: Why primates matter