Una succión frecuente y duradera del dedo ocasiona problemas dentales.
Que un bebé se lleve los dedos a la boca es totalmente normal porque es un reflejo primario de succión que les permite adaptarse al medio que los rodea. Además les ayuda a alimentarse y cubre una necesidad psicológica de bienestar, ya que al hacerlo experimentan un estímulo placentero en los labios, lengua y mucosa oral que los tranquiliza y los relaciona con su mundo, especialmente con su madre durante la lactancia.
Por lo regular, los niños se chupan el dedo pulgar cuando tienen sueño, están dormidos, aburridos o hambrientos, después de comer o en situaciones de estrés para tranquilizarse. Los expertos recomiendan ofrecer el chupón únicamente si el niño es propicio a desarrollar el hábito de succionar el dedo.
Esta costumbre desaparece por sí sola entre el primer y tercer año de vida. Sin embargo, muchos pediatras y odontopediatras están de acuerdo en que se utilice un chupón o pacificador como sustituto del dedo, debido a que se ha visto que los niños que usan chupón raramente permanecen con el hábito, por lo que es más fácil que lo dejen, pues bajo el control de los padres es posible suspenderlo de manera inmediata.
Una succión frecuente y duradera del dedo ocasiona problemas dentales, como una maloclusión o mordida incorrecta por la falta de contacto entre los dientes anteriores e inferiores. Estos problemas en los dientes se presentan también con el uso de chupones, pero son menores y menos pronunciados.
Estos son los pros de usar chupón:
Estos son los contras de usar chupón:
La succión es una necesidad que aparece desde la semana 16 de vida en el útero. Agradecemos la información a la odontopediatra, Lizbeth Corona.
Por bbmundo.com
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