Si ya estás cansado de las gatadas del truene, déjame decirte que hay reglas de etiqueta para esto.
Aplicar la gatada de terminar a una persona con el famoso ghosting ya pasó de moda, porque ahora existen reglas de etiqueta para cortar, y fueron compartidas por Álvaro Gordoa a la Jefa, pero sobre todo, le dijo cuál es el mejor lugar para terminar una relación.
Pa’ empezar, entendamos una cosa, si nos quedamos en silencio y ni siquiera decimos qué pasó, es porque realmente no sabes cómo terminar una relación, no eres nada asertivo y tratas de escapar portándote feo, dejando de llamar a la otra persona, o peor, hasta ser infiel.
Este tipo de situación ocurren porque quieres que te corten, lo cuál no sólo es horrendo, habla pésimo de ti. Claaaro, hay relaciones en las que la otra persona no entiende que ya se terminó, aunque ya se lo dijiste 77 veces, y parecería que te están obligando a dejarles de hablar, pero aún ahí, tienes que aprender a tener responsabilidad afectiva.
Uno no debe permitir que otra persona te convierta en alguien que no eres o no quieres ser, así que no hay excusa, sí o sí debes aprender a decir adiós de la forma correcta, por eso aquí te decimos cuál es el mejor lugar para terminar una relación.
Tú no vas a poder controlar la reacción de una persona, pero sí puedes hacerlo de una forma en que, aunque haya sentimientos encontrados, no sea algo tan terrible que lastimes a alguien.
Según la Universidad de Kansas, el coche es EL MEJOR lugar para terminar tu relación porque no tienes que estar viéndolo de frente, tienes el sentimiento de prisa, porque evidentemente te tienes que bajar en algún momento, estás en un espacio privado y si hay lágrimas, no hay tanta presión social como en un restaurante.
El duelo lo vas a poder hacer en otro lado, porque no te vas a poder quedar a vivir en el coche, y habrá pocas variables que lastimen o que se conviertan en algo tóxico que no puedas controlar. Además de todo esto, puedes darte cuenta que la persona llegó segura a su casa.
Cero se vale que lo hagas en un lugar público, ni en un restaurante, ni en un cine, ni en plena fiesta navideña con tu familia, nada. Vas a tu casa o al coche, como ya te dijimos, y entonces lo terminas ahí. Las emociones a veces se salen de control, pero no puedes, por ninguna circunstancia convertirte en el monstruo que le gritó al fulano en pleno concierto, no hay que ser la mala persona del cuento.
Tú eres el que quiere terminar, así que no puedes pedirle a la persona que se vaya llorando. Incluso si viven juntos, perdón, pero te tocará agarrar tus maletas e irte, porque esa persona no decidió que se acabara.
No se vale que digas “mereces alguien mejor”, porque lo único que vas a hacer es que esa persona se confunda y termine pidiéndote explicaciones 19 veces más. Lo mejor es decir “no quiero, gracias”, y seguir adelante. Trata de explicar tus decisiones y recordar los buenos momentos que vivieron.
Abrir con algo bueno, luego algo negativo y luego otra cosa buena es una de las mejores herramientas para terminar algo. Primero dices “eres increíble”, luego hablas de cortar y terminas con “serás muy feliz”.
Con estos puntos, obvio las cosas pueden salir mal de todas formas, pero no terminarás siendo el que lo hizo todo mal y seguramente le darás paz. Nunca pero nunca asumas, y termina las cosas como Dios manda.
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