Amor y parejas
Por: Revista moi
Durante cientos de años hacer yoga ha sido un impulso para disfrutar tu vida sexual. Goza por medio de posiciones específicas y estira cada centímetro del cuerpo.
La palabra chakra se ha vuelto de dominio público, son cada vez más personas que se preocupan por mantenerse equilibradas y que la energía fluya de manera adecuada por todo el cuerpo. Con esta inquietud el yoga puede mejorar el sexo, y ser tu aliado para que la energía mejore y equilibre los chakras. Sobre todo el segundo de los siete pilares, llamado sacro, al que se le atribuye la estimulación de la creatividad, la autoestima y los deseos sexuales.
Cuando está desequilibrado, una persona puede sentirse emocionalmente explosiva e irritable, desganada y sin energía, con falta de creatividad, manipuladora y obsesionada con los pensamientos sexuales. Cuando está equilibrada puede sentirse positiva, vital, satisfecha, compasiva e intuitiva. De ahí la importancia de trabajar el segundo chakra, porque además la vida sexual empieza a experimentar buenos cambios.
Te dejamos estas posturas de yoga que mejorarán la cooperada y harán que explotes tu vida sexual, así como tu felicidad.
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Tómate de los tobillos y arquéate, para que eleves el centro del corazón, deja que las caderas sigan el movimiento y elévalas lo más que puedas. Relaja la cabeza hacia atrás. Este ejercicio nos ayuda a quitar la tensión del triángulo inferior y de los órganos sexuales.
Para relajar los órganos sexuales puedes sentarte en postura de loto, pon las manos en el suelo a los lados de la cadera, inclínate hacia adelante sobre las manos y balancea el cuerpo hacia enfrente, repite el movimiento durante, por lo menos, tres minutos.
Ayuda a la próstata y a liberar la tensión en los ovarios y la circulación de la región pélvica. Comienza tendido boca abajo, levántate de tal modo que estés equilibrado sobre las manos y las rodillas, eleva los talones hacia las pompas. Dobla los antebrazos con las manos hacia arriba, cerca de los hombros y empieza a caminar, no importa la distancia que avances. Lo puedes hacer durante dos minutos.
Acuéstate boca arriba, extiende las piernas con la mayor amplitud posible, toma los hombros con los pulgares hacia atrás y los otros dedos al frente, saca la parte de los brazos para que los codos descansen sobre el suelo. Esta postura ayuda a soltar la ansiedad.
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