No señorsh, no siempre es algo físico, ni se cura con una pastilla azul... Mucho ojo.
Si sientes que tu pareja ya no tiene ganas de cooperar y ese cachondeo está al borde de la extinción, déjame decirte que no es culpa de la edattt, se puede tratar de algún tema de salud o psicológico que no les permite disfrutar al 100%. Si crees que tu pareja ya no tiene deseo sexual, sigue leyendo.
Para empezar, debes saber que gracias al sexo las parejas aprenden a conectar, se conocen y crean un vínculo que va a poder contra casi todo, así que si tú y tu amorsss no están cooperando como quisieran, es momento de poner las cartas sobre la mesa.
No te culpes, aquí no se trata de encontrar quién hizo qué o qué pasó esa noche que no pudieron, se trata de responsabilidad afectiva y comunicación; y si una vez que hablaron e intentaron cooperar, no pudieron, entonces vayan juntos con un especialista, porque cero se vale quedarse o con las ganas o sin deseos.
Recuerda que hay muchas cosas que puedes hacer y muuuchas razones por la que esas ganas de cooperar podría haberse esfumado.
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El estrés es el ladrón número uno de la pasión. La chamba, la familia, las cuentas y el ritmo mega acelerado de la vida pueden dejar poco espacio para el romance, peeero siempre habrá un lugarcito para poder cooperar y olvidarte un rato del mundo.
La dinámica de pareja también puede influir en el deseo. Discusiones sin resolver, malentendidos o una falta de conexión emocional pueden apagar la llama. La comunicación abierta y la empatía son clave para tener una relación saludable en todos los aspectos, incluyendo el sexual.
Las hormonas juegan un papel importante en la libido. Los cambios hormonales relacionados con la edad, el embarazo o trastornos médicos pueden afectar tu deseo sexual, si sospechas que esto podría ser un factor, corre a un especialista para que te guíe y disfrutes plenamente tu vida sexual.
Ciertos medicamentos, como los antidepresivos o los anticonceptivos, pueden tener efectos secundarios que disminuyen el deseo sexual. Si has notado un cambio después de comenzar un tratamiento, habla con tu doc y busca posibles alternativas.
A veces, el no querer cooperarsss está relacionado con problemas emocionales o mentales, como la ansiedad, la depresión o traumas pasados. Aquí es donde la ayuda de un terapeuta o consejero sexual puede marcar la diferencia, pues hablar de tus emociones y preocupaciones puede ser el primer paso hacia una vida llena de pasión.
La falta de apetito sexual puede ser un tema complejo, pero no te preocupes, ¡hay luz al final del túnel! Identificar la causa es el primer paso para volver a cooperarsss, ya sea que se trate de estrés, problemas de relación, cambios hormonales o cuestiones emocionales.
Cuéntanos, ¿tú cómo subes la temperatura antes de cooperar?
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