Tips para digerir un festín sin morir en el intento

Ahí viene Navidad, Año Nuevo, las posadas y las 500 cenas con amigos. ¿Estás listo para la cantidad de comida que te vas a empacar?

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Hay maneras para que tu cuerpo procese todos esos festines mucho más fácil.

La digestión hace de las suyas en el momento en que empiezas a comer y se tarda entre 24 a 72 horas en terminar por completo el ciclo. Para algunos toma más o menos. Por ejemplo, las mujeres digieren la comida más lento que los hombres y el tipo de comida también influye, si es mucha proteína el proceso es más lento, mientras que la comida con mucha fibra es más rápida. Independientemente de esto, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu cuerpo a que digiera mejor y más rápido, aunque te hayas empacado un festín romano.

 

Pócima mágica
Lo primero empieza en la mesa. Como su nombre lo dice, los alcoholes que te ofrecen al final de una comida sí ayudan a tu cuerpo a digerir más rápido. Los digestivos amargos, son mejores por ejemplo: Jägermeister, coñac, sambuca, Vermouth… Esto es porque contienen hierbas anti gases como albahaca, cardamomo, hinojo y regaliz. Todo lo que sabe amargo funciona para poner el cuerpo a trabajar, lo amargo es un boost a la digestión.

 

Pa´ que no se te suba el puerco
Nunca es buena idea ir a acostarte justo después de comer, pero unas horas después sí. Se recomienda que dejes pasar 3 horas antes de ir a recostarte. Y cuando llegues a tu cama, procura recostarte del lado izquierdo ya que esa posición promueve la digestión y te protege de los malestares estomacales. Por la asimetría de nuestros órganos, si te acuestas del lado izquierdo permites que la gravedad mueva los desechos más fácil por el colon.

 

Ginger bells, ginger bells, ginger all the way…
Te lo hemos dicho mil veces, esta raíz es una maravilla. Ya está comprobado que tiene muchísimos beneficios para tu salud y uno de ellos es que ayuda a la digestión. Estimula la producción de saliva, las contracciones estomacales y promueve la evacuación… Tómate un té de jengibre después de comer y verás que hace toda la diferencia.

 

Glu, glu, glu…
Tómate un vaso grande de agua después de comer, pero no vayas a llenarlo de hielos, el agua fría hace lo contrario para tu digestión. Mejor que tu agua esté a temperatura ambiente y si quieres darle un extra para tu panza, échale un poco de menta en hojitas o extracto, te va a ayudar si tienes el síndrome del colon irritable y evitarás el estreñimiento.

 

A dar la vuelta
¡Muévete! Si acabas de comer y te quedas sentadote puede que sea peor para la digestión. Los expertos recomiendan que mínimo te eches una caminata de 10 minutos dos horas después de comer. Caminar hace que tus órganos se muevan y por ende, que empiecen a trabajar.

 

Oso Yoggy
No te vas a poner a hacer yoga en medio de la sala frente al árbol de Navidad, pero estas poses son justo para estómagos llenos: muy sutiles y cero elaboradas. Entonces tal vez sí puedas hacerlas y la gente ni en cuenta que estás en yoggy mood:

La pose diamante – básicamente tienes que sentarte sobre tus rodillas erguido por unos momentos y la puedes hacer tan pronto como termines el postre. Estimula tus órganos y se siente bien, te va a quitar la pesadez de ese festín.

 

 

Pushan mudra: es una pose que se hace únicamente con las manos. Sirve para la respiración, tienes que concentrarte y mover los dedos de las manos hacía el dedo gordo. ¡Esta la puedes hacer hasta mientras comes! La respiración controlada y el movimiento de las manos ayuda a estimular tus sentidos y hacer que el cuerpo trabaje mejor.

Pose mariposa: esta es la que hacías en clase de deportes cuando ibas en la primaria. Te sientas con las plantas de los pies juntas frente tu cuerpo. También es conocida por ser una ayudante de la digestión.

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