No los tolerooo… Aprende a meditar

Si eres un histérico insoportable pon atención porque puede que tengas algo que se llama baja tolerancia a la frustación (BTF).

En moi abril te decimos si eres un energúmeno y cómo hacerle para bajarle, mientras tanto te damos la guía básica para comenzar a meditar.

El estrés afecta así tu vida

En un estudio de la Universidad de Wisconsin descubrieron que el cerebro mientras meditaba, su actividades neuronal aumentó 700 u 800% en el parte del cerebro donde se mide la felicidad, el amor materno y la empatía.

¿Cómo afecta el estrés a tu cara?

¿Cómo meditar?

La postura física

En palabras del Buda, el cuerpo es el soporte físico de la mente. Es como el vaso que sostiene el agua y para que el agua esté quita el vaso tiene que estar sobre una superficie estable. Igual pasa cuando queremos aquietar la mente, el cuerpo debe estar estable. Esta es la postura clásica de una práctica formal. Se llama la postura en los siete puntos de Vairochana:

Deja que tu boca repose naturalmente

Mantén los labios y los dientes un poco separados. Si te es posible coloca la punta de la lengua en el paladar detrás de los dientes.

Mantén la columna vertebral tan derecha como puedas, pero no exageres

Si estás demasiado erguido habrá demasiada tensión y no vas a relajarte. Si te encorvas, los pulmones se comprimen y cuesta más trabajo respirar naturalmente.

Cierra los ojos

Si vas empezando y te es más fácil concentrarte, cierra los ojos pero si esto te da sueño mantelos abiertos, sin forzar la vista.

Las piernas

Cruza las piernas de manera que cada pie repose sobre el muslo opuesto. Si no puedes con esta postura, siéntate en una silla con los pies bien apoyados en el suelo.

Cabeza

El peso de tu cabeza debe reposar sobre el cuello, sin tensarlo. Tu barbilla debe estar un poco inclinada hacia abajo.

Brazos y hombros

Encuentra un equilibrio en los hombros, para que no haya uno que se hunda más que el otro. Deja que los brazos reposen naturalmente sin que te contraigan el pecho.

Consejo final

Descansa las manos debajo del ombligo. El revés de una ca sobre la palma de la otra. También puedes ponerlas encima de tus muslos con las palmas hacia abajo.