Salir al campo para ser feliz

Sentí mis pulmones inflarse con la avalancha del paisaje: el aire, las montañas, los árboles, la gente. Y pensé “esto es lo que significa ser feliz”.

Sylvia Plath, La campana de cristal

Imagina que estás llegando a un bosque: respiras el aire fresco, observas los diferentes verdes de las plantas, y escuchas los ruidos así como los silencios. ¿Cómo te sientes? El contacto con la naturaleza es un factor crucial para la salud física y mental, algo que durante siglos muchas culturas han sabido, valorado y promovido. Parece que en los últimos años de la nuestra esto se ha olvidado, fomentando estilos de vida que nos alejan de la naturaleza en detrimento de nuestro bienestar; pero nuevos estudios comienzan a recordarnos su importancia.

La exposición a la naturaleza está asociada a menores niveles de estrés, medido tanto a través de la percepción individual de personas al preguntarles cómo se sienten y su estado de ánimo, como a través de niveles fisiológicos asociados a la tensión y el miedo. Es decir, la manera en que el cuerpo humano funciona cambia radicalmente dependiendo del ambiente en que esté.

Esto podría explicar por qué la gente que vive en más contacto con la naturaleza, incluso si es cerca de un parque, muestra menores niveles de depresión, ansiedad y una mayor expectativa de vida. En pocas palabras: son más felices.

También se ha observado en numerosos estudios que la energía incrementan al pasar tiempo en la naturaleza, e incluso al solo imaginarse en estas situaciones. Con 20 minutos diarios de este tipo de experiencias basta para incrementar significativamente los niveles de vitalidad. Visto de otro modo, privarnos de la naturaleza nos drena energética y vitalmente.

Toda esta evidencia apunta a algo muy claro: necesitamos de más tiempo en la naturaleza, y por lo tanto de condiciones de vida que nos lo permitan. ¿Cómo le vamos a hacer?

Referencia:
Vitalizing effects of being outdoors and in nature