Las nuevas tecnologías, en particular las redes sociales, han traído, un gran riesgo en la propagación de discursos intolerantes y violentos.
Apenas hace unas semanas escribí en este espacio las nuevas restricciones que Twitter implementó para tratar de eliminar de su plataforma el discurso de odio y la propaganda de grupos terroristas.
Ahora el llamado, la exigencia, desde Alemania es a Facebook.
Sin duda, las nuevas tecnologías, en particular las redes sociales, han traído, junto con su gran avance para difundir ideas y acercar a las personas, un gran riesgo en la propagación de discursos intolerantes y violentos. El reto es seguir aumentando la posibilidad de comunicarnos sin que ello represente una amenaza a la seguridad y que los intentos por cercar los mensajes que generan o incitan a la violencia no lleven al deterioro de la libertad de expresión.
Desde hace varios meses inició un flujo masivo de refugiados sirios buscando seguridad en Europa. Este fenómeno comenzó hace alrededor de 5 años, más de 4 millones de personas escaparon del horror a los países vecinos: Líbano, Jordania y Turquía. La continuación de la guerra ha llevado a las personas a seguir buscando opciones de vida, a Europa han llegado más de 1 millón.
Varios países se han negado a abrir sus puertas, los argumentos van desde lo económico hasta lo xenófobo. Alemania es el que ha marcado el ejemplo de apertura e intenta presionar a otros gobiernos a hacer lo mismo. Sin embargo, los recientes ataques terroristas en París han desatado una ola de críticas al intento de abrir fronteras en Europa. La oposición ha llegado a extremos ultranacionalistas, xenófobos y peligrosamente violentos.
Políticos alemanes preocupados por el incremento de expresiones extremistas en Facebook, en relación a los refugiados, pidieron a la empresa norteamericana tomar medidas. Es por ello que acaba de lanzar la campaña “Iniciativa para el valor civil” desde Berlín y para toda Europa.
Facebook anunció que asignó 1 millón de euros a la campaña, parece poco, para apoyar a organizaciones que luchan contra el discurso de odio. Esta red social ya incluía prohibiciones de intimidación, acoso y violencia a sus usuarios pero la implementación de esta política ha fallado. Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido a Facebook redoblar esfuerzos.
Además de los cientos de personas al interior de Facebook que ya hacen este trabajo, se ha decidido contratar a una empresa especializada en medios para monitorear y eliminar contenidos de la plataforma, este trabajo de búsqueda ya se había iniciado desde instancias del gobierno alemán sobre diversas plataformas electrónicas.
A finales del año pasado en Hamburgo se inició una investigación sobre la pasividad de Facebook en aplicar su política para prevenir el discurso de odio. Hay varios datos que pudieron alarmar, con razón, al gobierno alemán. Calculan que en los últimos 3 años, cerca de 850 alemanes se unieron a grupos extremistas fuera de su país y muchos de ellos regresaron. El intento es cortar desde las redes sociales el potencial de reclutamiento.
Algunos datos a considerar, Alemania es el país número 14 en cuanto a usuarios de Facebook con 29 millones. La lista la encabeza Estados unidos con cerca de 200 millones, México tiene más de 60 millones y es el número 5 de la lista.
Unos jalan y otros estiran.
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