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Procrastinación: el hábito más fácil de adquirir

Toma en cuenta estos puntos para no caer en la procrastinación... ¡o salir de ella!

Redacción Moi

Si tuviéramos que elegir de entre todos los malos hábitos que las exigencias del mundo actual y el alto nivel de estrés nos han regalado, seguramente la procrastinación estaría en la lista de las más fáciles de adquirir. Y aunque este “mal” es un tema de conversación actual, siempre ha estado allí. De ahí que el dicho “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” lleve muchísimo tiempo en el repertorio de las enseñanzas de las mamás.

Para quienes no conocen el contenido de esa larga palabra, la procrastinación es el acto consciente de posponer actividades o dejar pendientes sin terminar y concentrarse en tareas que representan menor dificultad o son más agradables.

Todos hemos incurrido en este hábito en algún momento de nuestras vidas, sobre todo durante etapas con mucho estrés, ansiedad o tristeza. Es difícil no preferir actividades placenteras y recompensas inmediatas, pero si esta práctica se vuelve recurrente ponemos en riesgo el logro de nuestras metas futuras.

Los estudios e investigaciones sobre el tema identifican este problema como un resultado de cuatro principales factores:

1. La creencia de que no se podrá cumplir con el trabajo. Una de las sensaciones más comunes en quienes procrastinan es sentirse abrumado o saturado de trabajo y con pocas probabilidades de terminar las actividades. Existe una percepción del “todo o nada”, es decir, se tiene la creencia de que todas las tareas pendientes deben de resolverse en el mismo momento, haciendo de ello una tarea prácticamente imposible. El error de pensar que podemos hacer múltiples tareas a la vez, nos lleva a esta sensación de saturación y a perder de vista lo urgente, lo importante y lo que puede esperar.

2. El perfeccionismo. El gran aliado de la procrastinación genera una expectativa irreal de cómo deberían realizarse las cosas. Si nos imponemos metas que no son realistas, tenemos menos posibilidades de alcanzar el éxito y nula motivación para lograrlo.

3. Fantasear en exceso. Cuando creamos una realidad ideal en nuestra imaginación, vemos sólo el resultado final o una parte muy corta del proceso para llegar a ella. Esto ocasiona que vivamos en el futuro, en donde el esfuerzo y el camino para llegar a él, se ven mucho más pequeños e irrelevantes que en la vida real. No hay nada de malo en fantasear respecto a la meta que tenemos en frente, solo hace falta convertir esa imagen en una motivación para continuar en el camino.

4. Ser un búho. En diversos estudios se ha relacionado la procrastinación con la preferencia por realizar actividades por la noche, o ser una persona “nocturna”.

Hábitos nocturnos para el éxito

Después de identificar las causas de la procrastinación, ¿qué cambios en la rutina podemos adoptar para evitar postergar? Te comparto algunos tips para luchar contra este hábito:

5. Cambia al modo matutino. Sí, es dificilísimo despertar temprano, pero solo haciéndolo te darás cuenta de todo lo que puede rendir tu día. Por supuesto que este cambio no se da de la noche a la mañana (literalmente), sino con una rutina diaria hasta crear el hábito (aproximadamente en 30 días). Se ha encontrado que las personas matutinas tienen más enfoque y están más atentos a cumplir con sus actividades que las personas nocturnas.  

Hábitos de personas exitosas

6. No esperes el momento de inspiración. ¡Empieza ya! No habrá otro día mejor que hoy para empezar, además, recuerda que no tiene que ser perfecto. El primer intento nunca lo es, pero es una base para ir mejorándolo. Así que prepárate una buena taza de té negro (café o el líquido activador de tu elección) y ¡a comenzar!

7. Enfócate en una tarea a la vez. Concéntrate en lo más importante primero y apaga las notificaciones de correos en el celular o computadora para evitar distraerte y dejar sin terminar lo que estabas haciendo. Al concluir tu tarea, date unos minutos de relajación y un merecido premio (en forma de un chocolate, un rato de plática con compañeros o ver un video divertido en Internet). La administración del tiempo es una herramienta valiosísima para ser más efectivo en tu día.

8. Mide tus progresos. La única manera de comprometerte realmente con algo es llevar un registro del proceso. Es seguro que tienes clara la meta final, ahora es necesario establecer los pequeños logros antes de llegar allá. Cada pequeño logro que se ha realizado en el tiempo que estableciste es una enorme satisfacción y confirmación de que vas por el camino correcto.

Mañana means never

9. Cree menos en la magia y más en el esfuerzo. Se te concedieron la capacidad, las herramientas y las metas. Ahora ¿qué vas a hacer con ellas? ¡Ponerlas a trabajar a tu favor! Si no pudieras lograr los sueños que tienes, no serías capaz de soñarlos. En lugar de alimentar tu pensamiento mágico y creer que de algún modo las cosas se resolverán solas o el “padre tiempo” pondrá todo en su lugar, mejor haz que las cosas sucedan. ¿Te acuerdas de ese refrán que dice “a Dios rogando y con el mazo dando”? Es precisamente lo que quiero decir.

10. Identifica tus mensajes internos, analízalos y mejóralos. Detente justo en el momento en el que empiezas a postergar algo, ¿qué está pasando por tu mente?, ¿qué sensación te produce tomar esta decisión? y más importante ¿cuál es el mensaje que te estás diciendo? Quizá se relacione con la dificultad de la tarea (“¡no puedo hacer esto!”, “no sé cómo hacerlo”), con expectativas irreales (“necesito estar inspirado para que me quede perfecto”), con solo buscar el placer (“disfrutar ahora y trabajar después”), etc. No puedes buscar la perfección en cada una de las tareas, la imperfección es lo que nos hace creativos y únicos. Aprende lo que necesites para lograr cumplir con tus tareas y trabaja en reforzar una visión más amplia y a largo plazo.

11. Usa notas y recordatorios. Acostúmbrate a llevar una agenda o colocar notas en un lugar visible donde puedas recordar las tareas importantes por hacer y las fechas de entrega. Esto te ayudará a organizarte mejor y a identificar las actividades que debes cumplir primero. Priorizar es lograr.

12. Hazte responsable por ti y tus acciones. Esta vida es 100% tu responsabilidad. El motivarte o abrumarte es tu decisión. Así como es difícil luchar por conseguir lo que quieres, es igual de satisfactorio obtenerlo.

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