¿Qué es lo que realmente quiero de una pareja?

Muchas veces estamos tan acostumbrados y metidos en la dinámica de reclamar, celar, cuidar, pedir, exigir, anhelar, soñar, soltar y después regresar a más de lo mismo que se nos ha olvidado que también podemos darnos un respiro y preguntarnos: ¿Qué es lo que realmente quiero? o ¿Qué es lo que realmente necesito para mí en este momento?  

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Son preguntas que debes hacerte de vez en cuando, no importando si estás casado, divorciado, juntado, con pareja, o en vías de tenerla.

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¿Qué es lo que realmente quieres?

Aquí más de uno se quiebra, porque muchos dicen que ya no quieren seguir con la relación, solo que no son capaces de decirlo frente a su pareja. Esto es lo que escucho comúnmente en la terapia:

“Si usted doctor, me pregunta enfrente de él / o ella, por supuesto que diré que SÍ, porque no quiero que llore o termine encabronad@” 

Es entonces cuando nos enfocamos en encontrar el verdadero plan de vida que cada persona debe tener.

Las opciones son las siguientes:

• Quiero tener una pareja, pero no quiero tener hijos:

Es válido,y muchas veces esto lo dicen las personas que ya tuvieron hijos en otra relación y ahora desean tenerlos. También suele darse con personas que no tienen las ganas ni las fuerzas para estar criando niños; y no fueron hechos para ser padres, pero sí tienen el deseo y la necesidad de estar con alguien.

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• Quiero tener hijos, pero no quiero una pareja:

Principalmente los que quieren esto son las mujeres y los hombres que ya estuvieron en una relación y que por ahora su única finalidad es sacar a sus hijos adelante, o las personas que quieren ser madres o padres solteros.

• Quiero tener una pareja, y también quiero tener hijos:

Es común en las personas que quieren tener una familia, o de las que ya llevan mucho tiempo solas y que piensan que ahora es el momento de tener una pareja formal.

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• No quiero tener pareja, y no quiero tener hijos (Quiero estar solo en estos momentos):

Es muy válido y hasta funcional que después de una ruptura no queramos saber nada de nadie por un tiempo, esto ayudará a sanar heridas y reflexionar sobre lo sucedido para no cometer los mismos errores.

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Es importante después de habernos sincerado y haberlo analizado cuidadosamente, hablarlo con nuestra pareja.

Nunca debe darnos miedo la respuesta que queremos, pues es una decisión muy personal; así que por muy dura que esta sea siempre será mejor tomarla que estar viviendo en una mentira que solo traerá desdicha, dolor, ahogamiento, desesperanza y por supuesto muchos, muchos problemas con la pareja.