Te decimos cómo es una relación tóxica y qué hacer para transformarla en una sana
La dependencia emocional es la incapacidad de renunciar a una relación en aquellos casos en los que es absolutamente necesario que lo hagamos.
Checa los siguientes casos para darte cuenta si atraviesas por algo así:
– Cuando el otro no te quiere y así lo demuestra con su comportamiento y actitud hacia ti. Pregúntate: ¿Si vieras que la pareja de tu amiga o amigo se comporta él o como ella, sentirías que lo quiere o la quiere?
– Cuando renuncias a cosas que te hacen feliz, todo para que la pareja esté contenta o tranquila, o para que no se enoje (a pesar de que esto implique renunciar a mi propia felicidad).
– Cuando hay maltrato físico o psicológico. En estos casos siempre tendríamos que irnos sin mirar atrás. De no hacerlo a tiempo, entraremos en el terreno de la justificación, el autoengaño o la manipulación, con lo que cada vez nos será más difícil dejarla/o.
Teniendo en cuenta que la dependencia emocional surge cuando se da alguna de las anteriores situaciones, comprenderemos que cuando hay dependencia la relación deberá terminar.
¿Cómo debería ser una relación sana?
– Admiración mutua.
– Confianza: sentirnos tranquilos, con la seguridad de que el otro no nos va a fallar.
– Respeto: es un ingrediente que deberíamos tener siempre hacia todo el mundo.
– Aceptación: hay que sentir que aceptamos al otro como es, que no esperamos que cambie nada, que siendo así nos gusta y nos hace felices.
– Comunicación: Abierta y respetuosa será clave en cualquier relación. Es importante poder discutir sobre los temas en los que no estemos de acuerdo para llegar a puntos de encuentro.
En cambio, estás en una relación tóxica cuando:
– Tu pareja no te trata bien: te habla mal, insulta, menosprecia o falta al respeto.
– Te miente, oculta cosas importantes o no es sincero contigo.
– Te pasas más días llorando y lleno de tristeza de los que pasas sintiéndote feliz.
– Su manera de ser no te gusta, te genera ansiedad o simplemente sientes que tiene que cambiar ciertos aspectos para que lo aceptes.
– No miran hacia la misma dirección, no tienen los mismos valores.
– Hay momentos en los que tienes claro que debes cortar la relación a pesar de que en otros momentos piensas que vas a conseguir que funcione.
– Has perdido la cuenta de las veces han cortado y retomado la relación.
¿Por qué dependemos emocionalmente?
1. Baja autoestima.
No nos sentiremos capaces ni fuertes como para salir adelante superando cualquier dificultad que la vida nos ponga en el camino.
Esto implica que, cuando tenemos pareja, nos sentimos falsamente seguros, idealizando al otro y sintiendo que lo necesitamos. Nos sentiremos agradecidos de que se haya fijado en nosotros y no queremos perderlo bajo ningún concepto.
2. Miedo a quedarnos solos
Al sentirnos tan poca cosa, tendremos miedo a que, si perdemos a la pareja que tenemos ahora, nunca encontraremos nadie más que nos elija.
Nuestro pensamiento es: “¿Quién me iba a elegir si valgo tan poco? Si lo pierdo, será lo peor: me quedaré solo el resto de mi vida”.
Algunos de los síntomas de la dependencia emocional son:
– Sentir que necesitamos al otro.
– Sentir pánico ante la idea de que nos abandone.
– Querer cambiarlo.
– Pretender ser su prioridad en todo momento.
– Sentirse incapaces de dejar la relación, incluso ante la evidencia de que no funciona.
– Tener dudas de si es la persona correcta para nosotros o no.
– Convertir al otro en el centro de nuestro mundo.
– Estar obsesionados con el otro.
Comparte esta información a quien tu creas que le pueda servir para su crecimiento interior…
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