No es fácil pasar por una situación de infidelidad, pero en necesario que te vuelvas loca/o, mejor actúa de la mejor manera.
Una infidelidad se torna en un momento doloroso, la persona traicionada se siente deprimida, pierde la autoestima pues se siente reemplazada por otra mujer.
Una puesta de “cuernos” fragmenta la relación y sobre todo se pierde la confianza en el otro.
Entre las causas más comunes encontramos:
La crisis de la infidelidad es una etapa de duelo donde eliges qué guerra vas a pelear: la guerra perdida o la batalla que te re-construye. Además surgen preguntas que solo generan más incertidumbre: ¿Por qué lo hizo? ¿La otra es mejor que yo? ¿Podré perdonarlo? ¿Podré volver a confiar en él? ¿Cómo será la relación de ahora en adelante? ¿Lo volverá a hacer? ¿Podrá cambiar?
Sin duda es una situación difícil y muchas personas toman distintas posturas que solamente aumentan el daño.
Víctima: aquella que se lamenta y no busca ayuda para afrontar y salir adelante.
Espía: es la que persigue y vigila, puede ser a través de redes sociales o incluso esperar afuera del trabajo con la finalidad de reclamar o montar escenas.
Difamadora: se encarga de generar bandos e involucra a diferentes miembros de la familia o amistades (a los papás de él o suyos, hijos, etc.) con la intención de volverlos en su contra.
Desplazada: busca hacerle imposible la vida a la nueva pareja.
Cómo actuar
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