Lo que nadie te dice de crecer en dos países

De los 6 a los casi 19 años (básicamente toda mi infancia) fui “la niña de México” en Troy, Michigan

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Por: Lucía Ortega

TE CONFUNDES UN BUEN

Llegué a Michigan y mi primer shock fue cuando mi tele, que venía de México, ¡hablaba inglés! Estaba devastada. Poco tiempo después llegué a una escuela donde no hablaba el idioma y me acuerdo que tenía pavor de ir a mi primer fiesta de cumpleaños. Lo bueno es que a esa edad eres mucho más adaptable y cuando mi mamá llegó a recogerme estaba liderando un grupo de niños bailando La Macarena. Aprendes a usar el idioma de la música, de los gestos, de lo que sea, para comunicarte.

NUNCA PERTENECES AL CIEN

Los americanos me consideran muy mexicana y los mexicanos muy americana. Es imposible quitarte la cruz y decirles lo contrario. Aprendes a ser la amiga diferente en ambos grupos y hasta te unes en las bromas. Eso sí, siempre que pronunciaban mal mi nombre los corregía. Lucy, Luchia, Lushia. NO. “It’s Lu-cí-a”. Y qué me dicen del TOC al ver mi nombre escrito sin acento. The horror!

TIENES LO MEJOR DE DOS MUNDOS

Yo tuve que el Homecoming, que el Sadie Hawkins dance, que el Prom, que el Friday Night Lights en los juegos de americano, que los pep rallies, que el Spring Break, you name it. Pero también tuve las fiestas de 15 años, las posadas, el Guadalupe-Reyes, el Grito, etc. Me tocó vivir lo mejor de ambas culturas y cada recuerdo de todo eso es inolvidable. (Y no, Prom no es tan emocionante como lo pintan en las películas pero Spring Break sí).

TE VUELVES FAMILIA DE EXTRAÑOS

Estando tan lejos de tu familia extendida, empiezas a unirte cada festejo con los latinos que andan allá igual que tú. Thanksgiving con los Neira de Bogotá, Halloween con los Fernández de Torreón, convivios dominicales con los Herrera-Lasso de Barcelona. Esos niños se volvieron mis primos (fights included) y eran justo lo que tú, como familia, buscabas estando tan lejos de casa.

HABLAS MEZCLADO Y LO QUE LE SIGUE

Me identifico con Martha porque todo el día estoy con el español, el inglés y el spanglish (ahora súmale el español gachupín de mi esposo). Hay frases que simplemente suenan mejor en el otro idioma o tu cerebro hace de las suyas y de verdad no te acuerdas. Ya llevo casi 12 años de vuelta en México y nunca se me ha quitado y yo creo que nunca se me quitará. No me encanta pero it is what it is. Por cierto, no es payasada, cuando hablas con acento natural es difícil quitártelo.

SIEMPRE TENDRÁS A TUS MEJORES AMIGOS LEJOS

Y con eso nunca te dejan de doler las reuniones, comidas, festejos, viajes sin ti. Solo aprendes a vivir con el sentimiento y a aprovechar las redes sociales. Aprendí a ser la “mamá” de mis grupos y organizar las videollamadas, meterme a menudo a las cuentas de mis amigos (e interactuar con sus posts), mandar mensajes, hacer checkups, todo para que me sientan ahí. Las redes hacen magia cuando se trata de acercar lo lejano. La distancia hace que los quiera aún más. Si ese es el precio por todo lo increíble que he vivido gracias a eso, lo pago. Eso sí, no me puedo quejar… Tengo dónde crashear en muchas ciudades del mundo.

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