Te damos una receta que, con práctica, es casi infalible
Dicen que una vez que dominas el arte de hacer arroz estás lista para el matrimonio, pero resulta que no es tan fácil como parece. Por eso te damos esta receta con la que seguro vas a triunfar
1. Si no estás usando arroz precocido, tienes que lavarlo para evitar que los granos tengan exceso de almidón y que no se pegue después; si si es precocido te saltas este paso.
2. Pon a hervir dos tazoas y media de agua por cada taza de arroz, déjalo hervir a fuego fuerte cuatro minutos o hasta que empiece a burbujear.
3. En la olla donde vas a cocer el arroz, pon una cucharadita de aceite de girasol y un diente de ajo (opcional) y fríe el arroz hasta que quede todo recubierto por el aceite y ligeramente doradito. Saca el diente de ajo en este paso o antes de servir.
4. Echa el agua hirviendo a la olla del arroz con sal al gusto, una cucharada de mantequilla (o de aceite de oliva si prefieres) y una de caldo de pollo en polvo. Revuelve bien.
5. Baja el fuego a medio y deja cocer unos 12 minutos con la tapa puesta o hasta que desaparezca todo el gua y se hagan hoyitos en la mezcla del arroz.
6. Apaga el fuego y déjalo reposar con la tapa o cubierto por un trapo de algodón durante cinco minutos.
¡Listo!
Tips: usa un sartén decente, porque si usas tus cazuelas viejas rayadas, seguuuuro se pega, con todo y la freidita.
Si quieres hacer un arroz frito, es mejor hacer la preparación con arroz ya cocido. No intentes cocer todo al mismo tiempo.
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