Viejas costumbres que nunca pasarán de moda en el trabajo

En una oficina conviven distintas generaciones que crecieron y se desarrollaron en realidades distintas, con “chips” completamente diferentes y valores y prioridades ajenas a las demás, que entienden el trabajo de formas distintas, mantienen actitudes diferentes ante la autoridad, etc. Y así como tenemos que aprender a aceptar la música nueva, hay que sacarle provecho a lo bueno de los ritmos de antaño en lo laboral. Esto es lo que tienes que aprenderle a tus generaciones más grandes para llegar al éxito y la prosperidad.

El compromiso

Lograr que los colaboradores duren muchos años en el mismo empleo nos vincula con la organización, más que con nosotros mismos. Los trabajadores fieles son valorados por las corporaciones, son “la voz de la experiencia”. Trata de no saltar de una chamba a otra como cambias de canción.

Respeto y puntualidad

Valora el liderazgo, así como a los compañeros porque te guían. Si los movimientos no se hacen en tiempo, se pierde el compás; es importantísimo llegar a tiempo y cumplir con las tareas a las que te comprometes.

Estabilidad y lealtad

No importa si eres acelerado o lento, se trata de “bailar al son que te toquen”. Defender la camiseta para construir una relación de largo plazo y así, evitar la fuga de talentos y el gasto de recursos en procesos de selección. Buscar estabilidad en la empresa para poder ofrecérsela a los colaboradores, clientes y proveedores con quienes trabajas.

Si no puedes hacer lo que amas, ama lo que haces

De plano no siempre estás cumpliendo tus sueños, pero hay que trabajar. Para esos casos necesitas mantener un ritmo que con energía te permita disfrutar el trabajo lo más posible, sabiendo que tener empleo es un privilegio. Esto trae como consecuencia el reconocimiento, las promociones y la valoración.

Gratificación postergada

Hoy, los jóvenes quieren resultados inmediatos, buscan empleo como Director General de Asuntos Sin Importancia y un sueldo que ni los dueños y no aprecian que cada cosa y parte de una compañía afecta al conjunto.

Socializar

Con la llegada de la tecnología, también llegó el aislamiento de la gente: siempre traemos audífonos y a la primera oportunidad queremos hacer home office. Esto causa que la socialización sea cada vez menor, pero hay que forjar relaciones laborales de confianza con vínculos sólidos, la interacción debe ser cara a cara, con llamadas, directo al grano y sin rodeos. No necesitan andar de piquete de ombligo, pero ser solitarios no es tan buena idea. ENFOQUE

Estructuras e instrumentos simples pero concentrados crean el objetivo complejo. Al disminuir distractores como redes sociales y smartphones (en general la tecnología) a la hora del trabajo, se le puede otorgar a este toda la atención y disposición para construir algo exitoso.

Trabajo en comunidad

Las generaciones anteriores se preparaban para trabajar en una oficina, liderar grupos y hacer equipo, era posible identificar los roles y potenciar sus talentos. Las nuevas generaciones tienen que explorar sus cualidades y saber trabajar en equipo. Todos podemos aprender de los demás sin importar nuestra edad.

Búsqueda de oportunidades y retos

No necesariamente son fáciles de encontrar y vencer, y no basta hacer “lo que te toca”, por eso es importantísimo buscar (fuera de tus obligaciones, pero siempre habiendo cumplido con lo que sí te toca), experiencias significativas que permitan un aprendizaje constante, vencer las adversidades y disfrutar del logro construido.

Actitud, pasión y determinación

Desde siempre el mexicano se ha caracterizado por su ímpetu en el trabajo, la fortaleza, la creatividad para resolver conflictos o enfrentar problemas y el sentido del humor, que sin duda son cualidades dignas de aplicar.