Dinero
Por: Gianco Abundiz
¡Duerme con tus finanzas en orden! Si no tienes idea de cómo hacerlo, aquí te decimos cómo hacer tu fondo de emergencia.
Si aprendemos que no debemos gastar hasta el último centavo que pasa por nuestras manos, y además establecemos metas financieras, nos daremos cuenta de que de pesito en pesito podemos juntar un buen ahorro. Y no se necesita ser millonario, ¡para nada! Cualquier persona de clase media puede construir perfectamente este fondo de emergencia que es para eso… EMERGENCIAS.
Primero que nada debemos tener el firme propósito de “guardar” los cambios (juntar, literalmente, la morralla de la semana), así poco a poco se irá adquiriendo el hábito y después el ahorro se hará con gusto. Yo tengo una máxima que dice:
“Ahorra como incentivo, no como sacrificio”. Y aquí el incentivo es que no tengas que endeudarte para hacer frente a las situaciones adversas que todos tendremos, más tarde o más temprano, en materia financiera. ¿Qué más incentivo necesitas? Ya que hayas logrado esto y tengas el hábito, podemos pasar al segundo punto.
Se recomienda que el guardadito sea no menor a tres meses de los gastos esenciales, que como dicen, son la divina providencia:
¡Ojo! Dije tres meses de tus gastos, no de tu ingreso, o sea que necesitas tener un presupuesto y ver realmente cuáles son tus gastos NECESARIOS y conocer perfecto, al centavo, cuánto necesitas.
¿Por qué tres meses y no catorce o 758? La razón es que los expertos en desarrollo humano nos dicen que la adaptabilidad de las personas ante una nueva situación es justamente de un trimestre: este periodo es suficiente para generar un plan de acción ante una contingencia. Si precisamente cuentas con dinerito para ese lapso, obviamente será más fácil llevar a cabo los cambios que necesites hacer.
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Bien fácil…
Puede que tardes un par de años en juntarlo, pero vale la pena que destines esta parte de tus ingresos a hacerlo y entre más guardes, más pronto llegarás a la cantidad indicada que necesitas en caso de una emergencia y si sigues ahorrando y la sobrepasas, ya estás del otro lado. Lo que nos lleva al siguiente paso.
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Te aconsejo que, una vez que tengas tu fondo de emergencia completo y si, digamos, te sobra, lo inviertas. No lo dejes en una triste tarjeta de nómina o cuenta de débito, pues nunca ganarás ni un centavo de intereses. Peeero, sí tienes que tener en cuenta lo siguiente:
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Afortunadamente, hoy tenemos productos de muy bajo riesgo que te permiten, con cantidades desde cien pesos, tener disponibilidad inmediata de tus recursos y recibir rendimientos muy aceptables. Hay distintas opciones y cada institución e instrumento dan rendimientos distintos, pero estas son algunas opciones.
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Cuando lo necesites de verdad, cuando realmente sea una emergencia y un imprevisto. Si se descompone el coche, puedes acudir a él, lo mismo si se rompe la lavadora o por alguna razón entras al hospital de emergencia. Pero no es para comprar una lavadora nueva si la tuya todavía sirve, repito, es para imprevistos. Y el segundo punto importante es que, una vez que uses una cantidad, debes reponerla.
Recuerda que es para E-MER-GEN-CIAS y lo tienes que tener disponible inmediatamente si lo necesitas, una inversión a largo plazo es harina de otro costal.
¡Empieza a crear tu fondo hoy mismo! Así no se repetirá la historia del último año y fracción, que a muchos, incluso, los ha llevado a la quiebra. Nunca sabes cuándo se viene otra contingencia y tú, en la lela. ¡Ah! y siempre recuerda: no es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar.
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