¿Qué pasaría si trabajáramos un día menos?

Si te la vives contando los días para que llegue el puente y haciendo cálculos para tomarte un día extra sin quedarte sin vacaciones, no estás solo. Varios estudios—médicos, sobre el sueño, de psicología organizacional y ciencia cognitiva—sugieren que la semana de trabajo debería ser más corta. Algunas empresas han comenzado por salir temprano los viernes, y aunque esto ayuda, no es suficiente.

¿Qué pasaría si trabajáramos un día menos?

1. Estaríamos más sanos: pasar muchas horas en la oficina es malo para el corazón, un estudio publicado por The Lancet que analizó cientos de estudios aseguran que quienes trabajan más de 55 horas por semana tienen 33% más posibilidades de sufrir un infarto que quienes trabajan 40 horas o menos.

2. Dormiríamos más: quienes trabajan menos llegan a casa y se duermen más fácilmente después de haber tenido tiempo de hacer ejercicio y relajarse. En cambio, si trabajas 11 horas seguidas llegas más cansado y acelerado, no tienes tanto tiempo para relajarte antes de irte a dormir.

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3. Seríamos más amables: si no duermes seguro te la pasas de malas y te peleas con tu esposa, el taxista que se te cruzó y hasta tu jefe.

4. Trabajaríamos mejor y más eficientemente: lo mejor de trabajar menos es que lo haríamos mejor. En el siglo XIX, cuando bajaron a 10 horas el día laboral los patrones se dieron cuenta de que había menos accidentes (que después les salían carísimos) y errores. En 2009 investigadores de Harvard hicieron un experimento, obligaron a empleados de una consultoría a tomarse un día libre sin checar siquiera sus correos en medio de la semana. Cinco meses después, los clientes de dichos consultores aseguraron que la calidad del trabajo mejoró mucho.

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