Si ya estás endeudado hasta el cuello, no ahorras ni un centavo o quieres aprender a administrarte quizá tienes que echar mano de este método ancestral para lograrlo
Empieza haciendo una lista de tus gastos fijos y otra con tus ingresos. No te olvides de poner TODO (hasta lo que le debes a tu abuelita). Eso te va a servir para calcular la cantidad de dinero que necesitas al mes, semana o quincena, tú decides cada cuánto vas a ahorrar.
Empezando por las más sencillas; personalízalas de acuerdo con tu estilo de vida. Por ejemplo: deuda 1, ahorro para enganche, comida, servicios (agua, luz, internet, gas, celular), ropa, etc.
Compra (o haz) sobres para la cantidad de categorías que tienes. Hazlos bonitos para que te motiven a usarlos y porque seguramente los traerás cargando por todos lados cuando vayas a pagar. Escribe el nombre de la categoría afuera y el dinero que necesitas para ese concepto.
En cuanto te paguen o recibas una cantidad en efectivo, colócalo dentro de cada uno de los sobres. Si nomás no te gusta cargar con la billetiza, puedes usar dinero de juguete para llenar tus sobres y quitarlo cuando pagues con la tarjeta (obvio de débito, no de crédito). Esto ayuda al cerebro a darse cuenta cuánto estás gastando.
Con este sistema evitarás el “no sé en qué me gasté el dinero” o el no llevar el control porque no ves el dinero, ya que siempre pagas con tarjeta, por lo que podrás ser consciente con tu dinero y poder pagar tus deudas más rápido.
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